Cuando Vigo y su comarca trabajaban en la redacción de la ley reguladora de lo que en julio de este año se convertiría en el Área Metropolitana de Vigo, sus promotores mantuvieron contactos con el Área Metropolitana de Barcelona, constituida en 2010, para diseñar su estructura y definir su funcionamiento. Las dos instituciones presentan similitudes operativas respecto a su composición, órganos de gobierno y recursos financieros. Como solo hay dos áreas metropolitanas definidas como tal en España, es probable que quienes impulsan la implantación del área coruñesa se inspiren en la configuración de las entidades barcelonesa y viguesa.

EMás que servicios. La creación de un área representa la voluntad de una ciudad grande y los municipios de su entorno por participar coordinadamente como administración pública metropolitana en políticas que van más allá de la prestación de servicios del modo en como los gestionan consorcios o mancomunidades. En su horizonte, como ocurre en A Coruña, se vislumbra un escenario en el que desarrollar estrategias complementarias, fortalecer infraestructuras, racionalizar la gobernanza metropolitana y mejorar los servicios para los vecinos de todos los concellos.

EÓrganos de decisión con voto ponderado. El modelo de aglomeración metropolitana integrada precisa una definida constitución de gobierno. Vigo tiene la asamblea metropolitana, con 54 miembros de sus 14 concellos -un presidente y cuatro vicepresidentes-, como órgano de decisión supremo que aprueba ordenanzas y presupuestos; hay una junta de gobierno con funciones ejecutivas y con voto ponderado por peso demográfico, con acuerdos que necesitan al menos el 50% de los votos; un comité de cooperación; y una comisión especial de cuentas. El voto ponderado también cuenta en el Consejo Metropolitano, máximo órgano en Barcelona, con presidente y ocho vicepresidencias; la junta de gobierno agiliza la toma de decisiones y el trabajo administrativo.

EFinanciación repartida y transferida. El AMB trabaja en 2016 con un presupuesto de 633 millones de euros que contiene plan de inversiones, políticas sociales y programas de apoyo a municipios. Los ayuntamientos financian totalmente la institución, señalan fuentes del área, de modo que Barcelona, por territorio y recursos, aporta más de lo que recibe, al contrario que los municipios. En el área viguesa los concellos pagan una cuota per cápita para el mantenimiento de la estructura jurídica, administrativa y técnica. Las competencias que asuma el área procedentes de otras administraciones (Xunta, Diputación, concellos) se transferirán con toda la financiación y cada aportación de los ayuntamientos para pagar servicios no pueden suponer un incremento del gasto público. Se crearán comisiones paritarias mixtas para coordinar el traspaso de competencias entre las administraciones.

ECompetencias. El área metropolitana asumirá las políticas que en su territorio aplicaban otras instituciones de forma gradual y los ayuntamientos las delegarán de forma voluntaria. Debe crearse un comité de cooperación entre Área, Diputación y Xunta para armonizar la gestión de servicios como el agua, el transporte o el tratamiento de basuras y para emprender programas económicos, medioambientales o de empleo.