El Día de la Biblioteca sirvió ayer para sacar a los libros de los recintos donde habitualmente permanecen confinados. El Gobierno local y la Diputación programaron actividades a lo largo de toda la jornada para promocionar la lectura en espacios cotidianos donde no suele hacerse.

Uno ejemplo fueron los mercados municipales. En As Conchiñas, Elviña, Monte Alto, Praza de Lugo y San Agustín los tomos de novelas, ensayos y poesía ocuparon por unas horas los puestos vacíos que en otro momento estuvieron rebosantes de hortalizas y pescado. La iniciativa, puesta en marcha por la Rede Municipal de Bibliotecas, busca informar a los vecinos de las actividades que se desarrollan en las bibliotecas locales y continuará a lo largo de la mañana de hoy en las plazas de abastos.

La Diputación, por su parte, centró el grueso de su actividad en la biblioteca provincial del Teatro Rosalía, donde se realizó una "liberación masiva" de libros en la zona BookCrossing de la entrada. En el exterior, en plena calle Riego de Agua, se habilitó a partir del mediodía una biblioteca móvil para informar a los transeúntes de su actividad. Por la tarde, se celebró el taller Xogando con libros, en el que los participantes realizaron manualidades, juegos de dramatización, canciones y actividades a través de los cuentos.

La Real Academia Galega aprovechó el día para continuar la celebración del centenario de las Irmandades da Fala y rendir un homenaje a uno de los promotores, Antón Villar Ponte. La institución expuso una selección de su fondo bibliográfico particular, formado por casi 200 volúmenes que pertenecieron al intelectual galleguista. La muestra podrá verse a lo largo de toda la semana en la biblioteca de la RAG, en la calle Tabernas. Los visitantes recibirán como regalo un ejemplar de A Terra Cha, poesía e paisaxe, de Manuel María.