El Ayuntamiento encadenó en septiembre dos meses de cumplimiento con sus proveedores y se ajustó por tanto a la ley reguladora de haciendas locales, al tardar 28,2 días en abonar facturas a sus administradores de servicios. En agosto había tardado menos, 23,5 días.

Esta nueva tendencia contrasta con la experimentada a mediados del año, cuando la Administración municipal no consiguió bajar de los treinta días -el tiempo máximo que establece la ley- en sus compromisos de pago con los proveedores. Así ocurrió en los meses de abril, mayo, junio y julio, con tardanzas de 35, 33,3, 30,7 y 35 días, respectivamente.

La marca de septiembre fue la quinta por debajo del tiempo máximo de pago en lo que va de año. El periodo de cuatro meses de incumplimiento sucedió a otro en el que el Concello había logrado rebajar el plazo hasta los 27 días en marzo, los 15 de febrero y los 24 de enero. Cuando más tardó el Ejecutivo de Marea fue en septiembre y noviembre de 2015, más de 48 días.