La reunión mantenida ayer por representantes municipales y autonómicos sobre el plan para permitir la llegada de autobuses metropolitanos al centro de la ciudad acercó posturas entre ambas partes, aunque también reflejó la existencia de discrepancias, ya que frente a la propuesta de líneas entregada por la concejalía de Mobilidade Sostible, la Consellería de Infraestruturas exigió que se garantice el acceso al casco urbano a viajeros de todo los municipios.

El concejal Daniel Díaz Grandío planteó que las rutas que se diseñen hacia el centro sean solo provisionales hasta la entrada en servicio de la estación intermodal, a la que considera la "gran olvidada" por la Xunta y a la que debe estar vinculado el plan definitivo. El edil exigió además inversiones autonómicas para adaptar las paradas del bus urbano a la llegada de los metropolitanos. Fuentes de la consellería informaron posteriormente que en la primera fase de aplicación del plan no son necesarias intervenciones en las paradas, pero que el departamento está dispuesto a costear las que se prevén en la segunda fase.

El Concello proporcionó a la Xunta un avance de su propia propuesta de líneas que podrían entrar al centro, que pretende consensuar con la administración gallega y los ayuntamientos de la comarca, y en la que tendrá en cuenta la demanda de lunes a viernes y los fines de semana. La consellería se comprometió a estudiarla y a expresar su opinión sobre ella en una reunión que se llevará a cabo la próxima semana, aunque tenía previsto hacerlo ayer pero no fue posible al no serle remitida la documentación de forma previa.

Daniel Díaz explicó que para definir este plan se tendrán en cuenta factores como que las líneas lleguen a una distancia máxima de 35 kilómetros, que tengan una ocupación superior al 75% y la existencia de los denominados "servicios sensibles" del área metropolitana.

La información proporcionada por Infraestruturas señala que el Gobierno local expresó su "validación" del plan elaborado por la Xunta en cuanto a sus objetivos y líneas generales, y que únicamente existen algunas diferencias en cuanto a qué líneas serán las que finalmente accedan al centro, a lo que se une la petición municipal de que este proceso se haga de forma escalonada.

Mobilidade puso el acento por su parte en que el plan debe recibir el respaldo de todos los ayuntamientos de la comarca y de la mesa de transporte metropolitano, de la que forma parte A Coruña. Díaz justificó la exigencia de reformas en las paradas urbanas que recibirán buses de la comarca ante la previsión de un mayor volumen de usuarios, por lo que demanda que se garantice la accesibilidad, la funcionalidad y una información adecuada. Para el concejal, la plaza de Ourense será inicialmente el punto más conflictivo, ya que los técnicos estiman que allí coincidirán "los picos de penetración del transporte interurbano con los de mayor afluencia del propio transporte urbano".

La reunión prevista para la próxima semana contará con la participación de técnicos de ambas administraciones que deberán alcanzar un acuerdo sobre el número de líneas que podrán entrar al centro en la primera fase, así como los plazos para la entrada en marcha del plan, que se hará de forma progresiva. Esta es precisamente una de las reclamaciones del Concello, que intenta evitar un colapso del tráfico, a lo que la consellería accedió, aunque exigió que se elabore un calendario preciso para la entrada de las líneas que no figura en la propuesta municipal que fue entregada ayer.

Infraestruturas expuso una vez más al Gobierno local que sus estudios de tráfico revelan que la entrada de los buses comarcales a la ciudad no tendrá una "incidencia significativa en la circulación". La consellería recordó que en la actualidad antes de las 09.00 horas ya entran al casco urbano "un número elevado de expediciones de autobús interurbano", lo que le hace prever que el incremento de las líneas que lo hagan con la aplicación del plan no afectará al tráfico.