La renta social supuso una de las grandes apuestas con las que Marea Atlántica alcanzó el poder local en A Coruña. De promesa electoral a compromiso de gobierno, la renta social estaba llamada simbolizar la acción del Ejecutivo municipal, pero su aplicación se demoró respecto a los planes iniciales por el retraso en la aprobación del presupuesto municipal y en la entrada en vigor de la norma de la Xunta que da potestad a los concellos para repartir estas ayudas económicas.

►El presupuesto. Las primeras cuentas de Marea Atlántica, tras los desencuentros con el PSOE, entraron en vigor en mayo, no el 1 de enero. Este retraso llevó al Ejecutivo local a reducir los tres millones de euros que había consignado en el proyecto inicial para la renta social a 2,1 millones.

►El decreto de la Xunta. El Ayuntamiento insistió durante meses a la Xunta en que aprobara cuanto antes el decreto sobre la cartera de servicios sociales, indispensable para que pudiera poner en marcha la renta social. El decreto no entró en vigor hasta finales de junio.

►La ordenanza municipal. Su aprobación definitiva por el pleno el 12 de agosto dio paso al comienzo de la incorporación de nuevo personal y a la información a los posibles receptores de la renta.

►Las solicitudes. El Ayuntamiento tramitó las solicitudes desde el 29 de septiembre. Catorce personas la pidieron el primer día. El proceso arrancó en el último trimestre del año, por lo que el Ayuntamiento asegura que 310.000 euros serán suficientes para cubrir las solicitudes que acepten hasta 2017. Para el próximo año, prevé destinar tres millones desde el 1 de enero.