Si la concesionaria del aparcamiento de Monte Alto llegó a acumular una deuda de 205.546 euros por no abonar el canon al Ayuntamiento durante 19 años, la del parking de Salgado Torres no se quedó atrás, ya que en el momento en que el Juzgado de Primera Instancia número 7 transfirió la concesión al Banco Sabadell, la empresa Cupabi acumulaba unos impagos por valor de 235.014 euros.

El estacionamiento fue construido en 1999 al inicio de la avenida, en la zona de Cuatro Caminos, ante la gran demanda de plazas existente por la afluencia de público a los centros comerciales del barrio. La instalación cuenta con 418 espacios para aparcar, de los que 340 están alquilados por meses. El pasado mes de julio el juzgado sacó la concesión a subasta con una tasación de 3,9 millones de euros para satisfacer los 1,1 millones que Cupabi aún debía abonar al Banco Sabadell por la hipoteca mediante la que construyó este aparcamiento.

La puja quedó desierta, por lo que el juzgado adjudicó el pasado 23 de septiembre el recinto a la entidad financiera a cambio de la cantidad pendiente de pago. Pero la resolución judicial dio a conocer que Cupabi también mantenía una deuda con el Concello por el impago del canon anual que debe abonar por la explotación de esta concesión y que suma 235.014 euros, una cifra superior a la que se soportaba con el aparcamiento de Monte Alto, donde el Gobierno local no se preocupó de exigir el pago del canon entre 1993 y 2007. Cuando intentó hacerlo, tuvo que esperar hasta 2011 para conseguirlo a través de los tribunales, y para entonces ya había caducado la deuda contraída hasta 2002, lo que la empresa pretendió extender hasta 2008.

Cuando el Partido Popular llegó a la Alcaldía en 2011 efectuó una investigación sobre el funcionamiento de las concesiones municipales y descubrió que había 53 que no pagaban el canon anual, entre ellas las concedidas para gestionar una decena de aparcamientos. La deuda contraída por todas estas empresas sumaba 800.000 euros, que los responsables municipales comenzaron a reclamar a los concesionarios.

En enero de 2012, el entonces alcalde, Carlos Negreira, informó que había aparcamientos, gasolineras y quioscos en cuyas concesiones que el Gobierno local había apreciado irregularidades que llevaron a la creación de registro. Negreira explicó que había concesiones cuya existencia se ignoraba en el Ayuntamiento, mientras que otras nunca se cobraban y además mantenían una relación casi nula con la administración municipal.