La firma municipal que gestiona el servicio de alquiler de bicicletas Bicicoruña, Emvsa, trabaja en el estudio de la implantación de un nuevo sistema tecnológico que permita a los usuarios retirar los vehículos a través de dispositivos móviles. El informe de este año que describe los trabajos encomendados por el Concello a la Empresa Municipal de Vivienda Servicios y Actividades señala en el apartado dedicado a Bicicoruña que analiza la incorporación de esta novedad en el software del sistema después de reconocer que el proceso de renovación de las tarjetas Millennium con las que funciona el servicio se ha "detenido".

Emvsa admite que la actualización de las tarjetas lectoras mediante la implantación de nuevos cartones Millennium obligaría a la empresa a sustituir todas las unidades debido a la incompatibilidad entre el modelo tradicional y el que se pretende incorporar. Este cambio de 356 lectores supondría, según indica el informe anual, un coste aproximado de 90.000 euros. A continuación, el texto se refiere a esa iniciativa de estudio para que las bicis puedan ser retiradas de los anclajes de las estaciones mediante dispositivos móviles provistos de tecnología NFC.

Esta tecnología inalámbrica de corto alcance pensada para teléfonos y otros aparatos móviles (Near Field Communication, por sus siglas en inglés) ya está presente en abonos de transporte y sistemas de seguridad de tiendas físicas e identifica y valida equipos y personas a una velocidad de comunicación casi instantánea.

Los problemas que en los últimos años han causado las tarjetas habituales a sus usuarios, generalmente porque el sistema no las ha leído y se han quedado atrapadas en las ranuras de entrada de las bases, llevaron a Emvsa a actualizar los cartones Millennium, pero la actualización de las tarjetas no se ha completado, como era previsión del Gobierno municipal a comienzos de este año.

Mientras la empresa de vivienda analiza la puesta en marcha de un nuevo modo más cómodo de utilizar el servicio, el Ayuntamiento planifica ampliar Bicicoruña con 18 estaciones repartidas por los barrios con 180 bicis, que vendrían a reforzar los 23 puntos de alquiler actuales. Esta planificación estaría acompañada de una ampliación de medios técnicos y personal dedicado al servicio.

Bicicoruña se sostiene económicamente con las cuotas de las tarjetas Millennium (30 euros al año) y Bicicoruña (10) y tiene unas pérdidas anuales de 140.000 euros que son parte de la deuda de 1,2 millones que tiene Emvsa desde 2008. El consejo de administración de la empresa aprobó hace dos semanas una ampliación de capital que se obtendrá con una modificación del presupuesto.