Un hombre se enfrenta a una petición de siete años de cárcel por intentar matar a un vecino de la Sagrada Familia con el que había discutido. El procesado, que está asistido por el abogado penalista Diego Reboredo, salió a la calle dos días después de la disputa armado con un cuchillo y, cuando se encontró a la víctima, se lo clavó en la cabeza y el pecho. El representante del Ministerio público relata en su escrito de calificación que el sospechoso y el afectado tuvieron un enfrentamiento el 3 de diciembre de 2015 en un bar de la Sagrada Familia. En ese momento el incidente no tuvo "mayor repercusión", según destaca el fiscal.

Durante la madrugada del día 5, sin embargo, el procesado remitió dos mensajes "con claro contenido amenazador" al afectado a través de las aplicaciones Messenger y Facebook. El imputado lo invitaba a reunirse con él "llevando cuchillos" y le advertía de que lo iba a "poner fino". A las 13.30 horas de ese día, fue armado con un arma blanca por la calle Niño Jesús "con la intención de acabar con su vida". En cuanto encontró al afectado, lo intimidó con el cuchillo, ante lo que la víctima reaccionó arrojándole un tablón de madera que se encontraba en las inmediaciones. "No consta si le alcanzó", señala la Fiscalía, quien destaca que, entonces, el sospechoso le propinó "varias cuchilladas dirigidas a la zona de la cabeza y el pecho". El Ministerio público señala que las puñaladas pudieron alcanzar zonas vitales del perjudicado, por lo que imputa un delito de intento de homicidio.

La víctima requirió de atención médica porque sufrió heridas en la zona torácica y en el cuero cabelludo. Para sanar de las lesiones tardó veinte días, de los cuales siete estuvo incapacitada para realizar sus tareas habituales. En el hospital permaneció ingresada un día. Como secuelas le quedaron cicatrices. El imputado ingresó en prisión provisional sin fianza el 24 de diciembre de 2015, tras prestar declaración ante la juez instructora.

El representante del Ministerio público demanda en su escrito de calificación que el detenido sea condenado a siete años de prisión por cometer un delito de homicidio en grado de tentativa. Además, reclama que le impongan la prohibición de comunicar por cualquier medio y de aproximarse al afectado, a su domicilio y trabajo durante nueve años, así como la privación del derecho a la tenencia y porte de armas, con pérdida de la correspondiente licencia, durante nueve años. Como responsable civil, según la Fiscalía, deberá indemnizar a la víctima con 60 euros por el día de hospitalización, 350 por los días de incapacidad, 520 por los días de curación, 1.500 por las secuelas y 3.000 por los daños morales. También deberá abonar al Sergas los gastos en los que haya incurrido para prestar asistencia sanitaria al herido.