La más reciente de las iniciativas sociales contra la violencia de género surgidas en la ciudad tiene espíritu de barrio y protagonismo colectivo. Su origen está en O Castrillón y el detonante es el intento de asesinato de una mujer a manos de su pareja en la zona. Nueve entidades (el centro cívico del barrio, la biblioteca municipal, la asociación de vecinos y la escuela infantil Carricanta, el CEIP Juan Fernández Latorre y el IES Monte das Moas y sus respectivas ANPA) se han unido para crear la Plataforma por la Igualdad y contra la Violencia de Género de O Castrillón-Urbanización Soto.

El decálogo del grupo, presentado esta misma semana, resume la voluntad de fomentar y actuar en defensa de la diversidad y la igualdad y promover comportamientos que eviten manifestaciones de machismo en las escuelas y en las familias. La respuesta para tales fines consiste, según prepara ya el colectivo, en un catálogo de actividades hasta el próximo mes de junio que comprende concursos, cuentacuentos, charlas informativas, guías de lectura, exposiciones y talleres sobre igualdad y violencia de género.

Como ocurre en otros grupos sociales, el seguimiento de hábitos viciados en el trato entre chicos y chicas y el abuso en el uso de teléfonos móviles y redes sociales han alertado a los padres y docentes de un "retroceso" en el comportamiento entre sexos. Aludía a ello estos días la directora del instituto Monte das Moas, Ana Romero, que apuntaba que en su centro se han abierto expedientes sobre casos conflictivos entre alumnos que no llegaron a tipificarse como acoso.

Mercedes López, al frente de la escuela infantil Carricanta, aboga por inculcar una educación igualitaria en las familias ya desde que los hijos son escolarizados para que sean conscientes de que no debe haber diferencias de género. Belén Soneira, de la biblioteca, ofrecía el centro para encauzar el equilibrio entre hombres y mujeres y conciliar las diversidades que conviven en el barrio. Y Beatriz Chas, directora del centro cívico, proponía, como insisten otros colectivos, que todas las entidades deben encomendarse a estrategias "transversales" para luchar por la igualdad.