La amenaza para la Torre de Hércules que suponía la construcción de edificios en la cantera de Adormideras comienza a desvanecerse, ya que el Gobierno local puso ya en marcha el expediente para modificar el plan general con el fin de impedir que se edifique en ese lugar. La medida formaba parte del programa electoral de Marea Atlántica y da cumplimiento a una moción aprobada por unanimidad por la Corporación local a propuesta del BNG en el pleno del pasado 12 de septiembre.

El concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, firmó el 26 de septiembre el inicio del expediente para cambiar el plan general en la zona del Parque Torre de Hércules con el objetivo de "impedir la realización de nuevos volúmenes edificatorios" en Adormideras para garantizar la protección del faro romano y su entorno, ya que está calificado como bien patrimonio de la humanidad.

Fue el grupo municipal del BNG el que hizo pública ayer la apertura de esta tramitación, con la que considera que la conservación del entorno de la Torre "cada vez está más cerca", ya que con esta decisión se anulará el "proceso especulativo" que a su juicio pretendía llevarse a cabo en Adormideras.

El Ejecutivo municipal del Partido Popular planteó en julio de 2012 que se trasladase a la cantera la edificabilidad que poseían los propietarios de suelo en el Agra de San Amaro, a quienes la Xunta prohibió desarrollar el proyecto que había aprobado el Ayuntamiento en 2009, que consistía en el levantamiento de cinco edificios de ocho plantas.

La declaración de la Torre de Hércules como bien patrimonio de la humanidad en 2009 hizo que el Gobierno autonómico cambiará de opinión posteriormente y que comunicara al Concello la imposibilidad de que se construyese en ese lugar, ya que ocultaría las vistas al monumento en una zona calificada como de protección. Los propietarios afectados por esta decisión la recurrieron en los tribunales, aunque con resultado negativo, y anunciaron la exigencia de compensaciones millonarias ante la pérdida de la edificabilidad que les había sido concedida en el Agra de Amaro, en algunos casos además, como permuta por terrenos que fueron expropiados para construir el paseo marítimo y el parque de la Torre.

Con el fin de evitar esas cuantiosas reclamaciones, el PP planteó nada más llegar al Gobierno local que la edificabilidad de esos promotores se trasladase a la antigua cantera de Adormideras, una superficie de 37.000 metros cuadrados en la que podría construirse hasta el nivel superior del desmonte, con el fin de no dañar las vistas a la Torre. La iniciativa suscitó rechazo social y político, ya que los vecinos del barrio se movilizaron en contra del proyecto, aunque el entonces alcalde, Carlos Negreira, aseguró que el faro no perdería su condición de patrimonio de la humanidad.

Las palabras del alcalde no consiguieron acallar las críticas al proyecto, que finalmente fue incluido en el nuevo plan general por el PP, lo que llevó al BNG a presentar un recurso que fue desestimado el pasado mes de agosto. Pero el último día de la campaña electoral municipal de 2015 el propio Negreira prometió que renunciaba a edificar en la cantera y que modificaría el plan general de resultar reelegido, sin llegar a admitir que el proyecto podría perjudicar a la Torre.

El cambio de gobierno en el Concello dejó en manos de Marea Atlántica la consolidación de este cambio de rumbo mediante la modificación del plan general. El presidente de la asociación de vecinos de Monte Alto, Alberte Fernández, intervino hace un año en un pleno mediante el llamado escaño ciudadano para exigir esta modificación urbanística. El concejal de Rexeneración Urbana aseguraba entonces que el Gobierno local prohibiría la urbanización prevista en Adormideras, pero que aguardaba a que los tribunales se pronunciaran sobre los recursos judiciales al plan general antes de iniciar la modificación del plan general.