El inicio del expediente con el que el Gobierno de Marea modificará el plan general de A Coruña para impedir que haya edificaciones en la cantera de Adormideras y en el entorno de la Torre de Hérculesplan generalde A Coruñaimpedir edificaciones Adormideras entorno de la Torre de Hércules ha sido muy bien acogido por la agrupación vecinal de Monte Alto. Su presidente, Alberte Fernández, califica la decisión como "un pulso ganado por los vecinos" y habla en nombre del colectivo al interpretar la iniciativa municipal de variar el planeamiento para proteger la zona como una "advertencia" a los promotores urbanísticos y, al mismo tiempo, a las distintas fuerzas políticas que en cualquier momento estén al frente de la Corporación.

"Este paso dado, afortunadamente, no llega tarde porque aún no se ha construido nada de lo que se había planificado. Para nosotros supone una advertencia para quienes pretenden construir en zonas protegidas u otras zonas de A Coruña con grandes proyectos urbanísticos que generan problemas, como el parque ofimático. También es un toque de atención para la Marea, el PP, el PSOE o quien gobierne en la ciudad", señala Fernández.

El presidente vecinal, que el año pasado había utilizado el escaño ciudadano del pleno para reclamar la modificación parcial del plan general con la que vetar el desarrollo de proyectos urbanísticos en los alrededores de la Torre, felicita a la Corporación por haber aprobado por unanimidad en el pleno de septiembre una moción propuesta por el BNG en la que solicitaba el acuerdo de los grupos para variar el planeamiento y registrar una nueva ordenación del entorno que no permitiese construcciones.

Fernández subraya sus felicitaciones al grupo popular por "rectificar" y haber cambiado de parecer sobre las edificaciones previstas en Adormideras, una postura distinta que, explica, ya le habían transmitido su primer portavoz en el mandato de Marea, el exalcalde Carlos Negreira, y su relevo Rosa Gallego. Esa voluntad política quedó ratificada con la aprobación unánime de los grupos a la propuesta de los nacionalistas en el pleno de hace dos meses.

Fue el PP el que durante su etapa de gobierno heredó la patata caliente del proyecto para construir cinco bloques de ocho plantas en el Agra de San Amaro, a unos 500 metros de la Torre de Hércules, después de que en 2010, con el bipartito del PSOE y el BNG en el Ejecutivo local, la Xunta prohibiese edificar en el entorno del faro tras su declaración como bien patrimonial de la humanidad. Ese veto perjudicó a los propietarios de suelo que lo habían cedido para la construcción del paseo marítimo y a los que se les había otorgado edificabilidad por un convenio de hace 23 años cuando Francisco Vázquez era alcalde.

Los promotores afectados por esa prohibición de construir la recurrieron en los tribunales y exigieron compensaciones millonarias. El regidor popular, Carlos Negreira, planteó en julio de 2012 a los propietarios un traslado de la edificabilidad perdida en el Agra de San Amaro a la cantera de Adormideras, un cambio que encontró el rechazo de los vecinos. Negreira cambió de opinión el último día de la campaña electoral municipal de 2015 y prometió que renunciaba a edificar en la cantera y que modificaría el plan general. Este paso que no pudo emprender el PP al perder las elecciones lo da ahora el Gobierno de Marea, que había incluido en su programa el cambio urbanístico para proteger la Torre.