La Diputación y el Ayuntamiento avanzaron ayer en una operación que, de producirse, supondría el traslado al ámbito público de una instalación de gestión privada, el teatro Colón. Las instituciones empezaron el pasado verano a tratar la propuesta del órgano supramunicipal de ceder el recinto al Concello cuando concluya, a finales de mayo de 2017, la concesión otorgada a una unión temporal de empresas para gestionar el teatro. Entonces, el concejal de Culturas, José Manuel Sande, admitió que en un encuentro se había abordado el asunto "de manera teórica". Ayer se celebró una reunión más concreta entre representantes de ambas partes en la que se avanzaron aspectos y el Gobierno municipal expresó su disposición a asumir la gestión del Colón, según fuentes conocedoras de la cita de ayer.

Sobre la mesa a la que se sentaron Sande y el alcalde Xulio Ferreiro por parte del Concello y, por la Diputación, la vicepresidenta Goretti Sanmartín y el presidente Valentín González Formoso -que no asistió todo el tiempo-, acompañados por asesores de cada institución, se propuso por parte de Sanmartín el cambio en la administración del teatro. Las pérdidas que genera a la concesionaria la gestión del recinto, de unos 600.000 euros durante los tres últimos años, causan desajustes económicos a la entidad provincial, por lo que es partidaria de recuperar la gestión pública, como ya anticipó en abril, y cedérsela a otra administración.

El Gobierno de Marea, con tres concejales que son diputados en el ente provincial, se mostró ayer dispuesto a encargarse de la gestión de la actividad del teatro, apuntan las mismas fuentes, aunque añadió que tendría que analizar detenidamente las condiciones técnicas y jurídicas de la cesión y llegar a acuerdos con la Diputación sobre cuestiones como la colaboración económica o la organización de la programación.

Tres empresas, Eulen, Unahoramenos y Gestión de Espacios Culturales y de Ocio, gestionan las actividades del Colón. Su contrato acaba el 29 de mayo de 2017. Para entonces la Diputación, propietaria del teatro desde 1998, pretende haber avanzado en su programa de desmantelamiento progresivo de contenido de algunas de sus infraestructuras culturales. Sus perspectivas respecto al Colón son darle cabida a artistas de la provincia para divulgar sus obras a través de una gestión pública, según admitía su presidente en abril de este año.

El trabajo de las empresas gestoras se ha visto lastrado en los últimos tres años por la acumulación de números rojos en cada ejercicio, en los que los ingresos estuvieron por debajo de los pronósticos y el nivel de asistencia de público no fue el esperado. La memoria elaborada por las gestoras privadas de la actividad del teatro Colón entre mayo de 2014 y junio de 2015 revelaba que, aunque el número de representaciones teatrales, musicales o humorísticas había aumentado, la audiencia había disminuido en 6.000 espectadores respecto al año anterior.