El Concello cerrará el ejercicio de 2016 con los mismos recintos culturales con los que empezó el año, aunque ese esquema podría cambiar con el paso de los meses de 2017. El Gobierno local y la Diputación de A Coruña están preparando ya la cesión del teatro Colón al Instituto Municipal Coruña Espectáculos (IMCE), aunque el Concello pone diques a este trasvase, ya que asegura que tiene que ir acompañado de la garantía de que la explotación de este teatro no se convertirá en una carga más para las arcas municipales. También está sobre la mesa la ruptura de la concesión con la empresa gestora del Palacio de la Ópera, Comar, que cumple 25 años de contrato de los 50 que tiene firmados. El balance de las cuentas al final del año de ambos recintos es negativo.

Sobre si la cesión de uso del Colón tendría que ir acompañada por una partida en los presupuestos provinciales, el concejal de Culturas, Deporte e Coñecemento, José Manuel Sande, dice que es "una posibilidad" y que, "si no es así", el Colón "podría convertirse en un monstruo y en una carga mortal" para el Concello. "No somos terratenientes con afán de acumular propiedades y espacios. No se trata de eso sino de articular de otro modo la programación de la ciudad si se consigue el teatro, pero si no se consigue, seguiríamos como estamos", recuerda Sande.

No es el único frente abierto que mantiene en Gobierno local en este sentido, ya que lleva siete meses negociando con la concesionaria del Palacio de la Ópera una posible remunicipalización de la gestión. La iniciativa partió del Gobierno local, que piensa ya en este edificio de la glorieta de América como Casa da Música.

"Detectamos en los primeros meses que el Consorcio para la Promoción de la Música, a través de la Sinfónica, tiene 200 días de ocupación por los que paga a la concesionaria 850.000 euros anuales. La empresa concesionaria cumple 25 años de los 50 que tiene la concesión y es difícil articular otro tipo de actividad en el recinto", comenta Sande, que ve el recinto como una sede de referencia para todas las entidades culturales, ya que el inmueble cuenta con más espacios que el auditorio principal. "Estamos trabajando con informes periciales", comenta el concejal, que no desvela si habrá compensación económica para Comar, la empresa concesionaria. Eso sí, incide en que la "actitud de la empresa es buena". También está sobre la mesa el futuro de las "quince personas que trabajan de manera estable" en el Colón y en el Palacio de la Ópera y para las que el Concello defiende que no pierdan ninguno de los derechos adquiridos durante su vida laboral.

Si el Concello finalmente se hace cargo de estos edificios -en el caso del Palacio de la Ópera podría ser a través del Consorcio para la Promoción de la Música y no del IMCE- se vería en la obligación de replantear su programación cultural para dotar de contenido a estos espacios, además de a todos los que ya dependen de las arcas municipales, el Coliseum, el teatro Rosalía, el Ágora y el Fórum Metropolitano.

Para el Gobierno local, uno de los retos principales para el próximo ejercicio en estos recintos -y así se reflejará en el borrador de los presupuestos- es dejar de ser "centro de exhibición nada más" y apostar más por la creación local. Para este fin, propone poner "unas líneas de ayudas a creadores", así como iniciar un camino hacia la cogestión de los espacios escénicos y subvencionar salas de arte y centros culturales. "No se trata de fomentar la participación sino de subvertir la idea de la Concejalía como única programadora", explica Sande, que abre la puerta también a que los vecinos puedan "articular sus proyectos dentro de un sistema de concurrencia pública". El teatro Colón, en este último periodo, que expirará el próximo año, contaba ya con un programa de residencia artística, que el Concello prevé mantener porque considera que es la manera de que surjan nuevos artistas y de que se consoliden los que ya han iniciado su carrera.

Estas ayudas estarán reflejadas en el borrador de los presupuestos, aunque este documento podrá sufrir modificaciones antes de ser aprobado, ya que hay un proceso de alegaciones en el que los grupos de la oposición pueden proponer cambios de partidas. "El IMCE es uno de los puntos de ataque de la oposición, se vio en las negociaciones del presupuesto y en sus enmiendas. No entiende que además de las fiestas tiene cuatro recintos y tiene una concepción más banal y más burda, de espectáculo nada más", comenta el concejal, que apuesta por la cultura y por el deporte como principales atractivos turísticos de la ciudad para los próximos años.

Sande defiende, además, que el Concello no puede dejar de lado a otras entidades e iniciativas que dependen de las cuentas de Culturas, como las bibliotecas municipales, que afrontan este mes su proceso de remunicipalización, así como los museos científicos, la Banda Municipal de Música, las fiestas o la recuperación del castro de Elviña, que se enfrenta el próximo año también a la finalización de las obras de excavación y, por tanto, a la musealización de los hallazgos.

No se sale tampoco de las previsiones del concejal buscar patrocinios para que los espacios puedan contar con más posibilidades para programar o que el Colón viaje a los orígenes para proyectar películas otra vez en el marco de algún festival audiovisual.