"El hombre de Ötzi llevaba en una carterita de cuero dos hongos", explica Cristina García-Echave, que ofreció una conferencia en la sede de la asociación de vecinos Uxío Carré, de Eirís, sobre las aplicaciones, las leyendas y curiosidades de los hongos. El hombre de Ötzi es una momia que encontraron dos alpinistas en Nuremberg, en Alemania, en septiembre de 1991. Era el cuerpo de un hombre que había vivido en el año 3.300 antes de Cristo y, para entonces, ya sabía de los diferentes usos de las setas.

"Hace 5.300 años, los humanos utilizaban los hongos para mantener el fuego y para tratamientos, porque uno de los hongos que llevaba el hombre de Ötzi tenía propiedades antibióticas", explica García-Echave. Las Xornadas Micolóxicas, que se celebran en Eirís cada mes de noviembre, se completan este año con una conferencia a cargo del micólogo Chemi Traba ofrecida el pasado martes, y con una salida al monte, este sábado 19, a las 10.00 horas. Los interesados en participar podrán reservar su plaza en el número de teléfono 677 237 125.

Dice Cristina García-Echave que, para poder comer setas silvestres sin peligro, "no hay trucos", sino muchas horas de estudio y de sabiduría compartida. "Hay que conocer la especie", explica Cristina, que anima a todos los aficionados a la micología a dejar a un lado las teorías populares. "Eso de que si tienen anillo y volva son venenosas, no es verdad, las hay que sí lo son, como la amanita phalloides, pero otras que no", explica García-Echave. La misma fiabilidad, "ninguna", le da a la teoría tan repetida de que si las setas se cuecen con una moneda de plata y la moneda se ennegrece, no se pueden comer, pero que si se queda igual, sí también "es mentira". Derrumba también el mito de que si los animales las comen, también pueden hacerlo los humanos. "No hay trucos", repite, y anima a los aficionados a que "no se la jueguen" poniendo en el plato un ejemplar que les genera dudas.

Este año no está siendo muy bueno para los micólogos, que siguen mirando al cielo, a ver si llueve y salen los preciados hongos.