La Autoridad Portuaria estima que punta Langosteira no contará con conexión ferroviaria, esencial para su pleno funcionamiento, hasta finales de 2021 o inicios de 2022, "en el escenario más optimista". Así lo admite en la Memoria de Sostenibilidad del año 2015, en la que indica que este es el tiempo mínimo necesario para ejecutar las obras que requiere la infraestructura.

El Puerto adjudicó en julio a las empresas Novotec Consultores e Ingeniería Idom Internacional la redacción del proyecto de construcción del enlace por tren al puerto exterior. La oferta económica de ambas compañías fue de 1,3 millones de euros, lo que rebajó en un 44% el precio de licitación, aunque el Puerto asegura que se les adjudicó este contrato por contener "la mejor propuesta técnica entre las 25 que concurrieron al concurso".

Novotec e Idom rebajaron además el plazo de ejecución a 11 meses y 14 días sobre el máximo de 14 meses que había sido fijado. La línea férrea del puerto exterior saldrá de Pocomaco, donde conectará con la red general, y tendrá una longitud de 6,5 kilómetros, que en su mayor parte serán túneles con el fin de reducir el impacto ambiental. El coste estimado de esta actuación es de 132 millones de euros, en el que se incluye la construcción de dos terminales en punta Langosteira para la carga y descarga de mercancías.

El Tribunal de Cuentas de la Unión Europea (UE), órgano encargado de fiscalizar las inversiones que se realizan con dinero comunitario, emitió en septiembre un crítico informe en el que señalaba que la inversión realizada en Langosteira seguía estando "infrautilizada", a pesar de que percibieron un "modesto avance de las actividades" entre la visita que los técnicos europeos habían realizado en 2010 y la última, en 2015. La UE tiene casi 300 millones de euros, aportados desde 2005, que fiscalizar.

En su primer informe de 2010, el Tribunal de Cuentas comunitario auguraba que no bastaría con la inversión hecha hasta entonces en punta Langosteira para que el puerto funcionase a pleno rendimiento y sostenía que la ausencia de comunicaciones terrestres entre el puerto exterior coruñés y el interior estaba repercutiendo en el resultado final de la inversión. La UE también apuntaba a 2021 como la fecha más probable en la que los trabajos de la conexión por tren estarían acabados.

La construcción de la conexión ferroviaria y el desembolso de los 132 millones que cuesta depende del Ministerio de Fomento. La Autoridad Portuaria. La Autoridad Portuaria confía en obtener financiación europea del programa Connecting Europe Facilities, para lo que también encomendó a la empresa Ineco que le asesore para conseguir las ayudas que la UE proporciona a través de esa iniciativa. La propia exministra de Fomento, Ana Pastor, se mostró convencida durante una de sus visitas a Langosteira de que este proyecto dispondrá de fondos europeos, ya que las conexiones ferroviarias de los puertos son una de las prioridades para Bruselas entre las inversiones en infraestructuras.

Estas manifestaciones de Puerto y Ministerio llegaron seis meses después de que la Comisión Europea rechazase la solicitud de la Autoridad Portuaria coruñesa para financiar la conexión ferroviaria a la dársena exterior, como un proyecto vinculado a la Red Transeuropea de Transporte, a través del programa Connecting Europe Facility para el periodo 2014-2020.

Actualmente, el puerto exterior de Arteixo solo cuenta con conexión por carretera -a través del acceso por Sabón y de la autopista AG-55, que une A Coruña y Carballo y que fue inaugurada este veranos-, mientras que la conexión por tren apenas llega a los muelles interiores de A Coruña, a través de la estación de ferrocarril de San Diego. En 2015, según recoge la Memoria de Sostenibilidad, se movieron en esta terminal 1.650 toneladas de mercancía, un 11,66% de la mercancía total del puerto, la mejor cifra desde 2012. Del total de 14.150.337 toneladas que pasaron por el Puerto, un 53,7% del total se transportó por oleoducto. Ese año no se registró tráfico ro-ro, es decir, carga o descarga por rodadura.