Un joven de 21 años fue condenado a tres meses de prisión como autor de un delito de hurto en grado de tentativa. El procesado, que no ingresará en prisión porque carece de antecedentes penales, accedió a una tienda de un centro comercial sobre las 11.15 horas del 14 de enero de 2015 y escondió entre sus ropas tres tabletas digitales valoradas en 1.000 euros que previamente había sacado de sus embalajes para inutilizar los dispositivos de alarma. El vigilante de seguridad lo interceptó al salir del establecimiento, por lo que los dispositivos no sufrieron daños.