La continuidad de las subvenciones nominativas que el PP había aprobado en 2014 fue uno de los caballos de batalla del pleno que el pasado 1 de abril aprobó de forma inicial el presupuesto municipal de este año. Esta iniciativa fue incluida en una de las enmiendas presentadas por los populares, junto con la modificación de las bases de ejecución del presupuesto para que los convenios que regulan esas subvenciones no puedan ser variados sin el visto bueno del pleno.

El PSOE había eludido hasta ese día aclarar cuál sería el sentido de su voto y en la misma sesión presentó sus propias enmiendas. A la vista de cómo se desarrollaba el debate, el alcalde intuyó que socialistas y populares iban a llegar a un acuerdo para respaldar mutuamente sus propuestas, por lo que interrumpió el pleno unos minutos para intentar un acuerdo de última hora con el PSOE. Xulio Ferreiro planteó al portavoz socialista, José Manuel Dapena, la posibilidad de aprobar todas las enmiendas de su grupo si se comprometía a votar en contra de las del PP, pero rechazó su oferta.

Ruptura del pacto

El regidor declaró luego que Dapena le confesó que la aceptación de ese pacto supondría la ruptura del que ya había alcanzado con los populares, lo que el socialista eludió después negar ante los medios. Pero lo cierto es que los asesores del PP ya daban por hecho cuál sería el resultado de la votación antes de que esta se llevase a cabo.

Una vez reanudado el pleno, los socialistas apoyaron la enmienda del grupo conservador que restablecía las subvenciones nominativas aprobadas en 2014. La portavoz del PP, Rosa Gallego, no pudo reprimir su júbilo al final de la sesión y se felicitó por el hecho de que el PSOE no hubiese cedido ante el "chantaje in extremis" de Marea Atlántica. El alcalde tampoco pudo contener sus emociones y acusó a estos dos grupos de la oposición de promover una "moción de censura encubierta" al aliarse para modificar de forma sustancial el presupuesto, mientras que Dapena negaba de forma rotunda la posibilidad de que se presentara una iniciativa para relevar a Ferreiro al frente del Ayuntamiento.

Durante todo el proceso de negociación del presupuesto, el Partido Popular argumentó de forma insistente que las subvenciones nominativas que pretendía conceder el Gobierno local a las asociaciones de la ciudad les causarían un gran perjuicio al reducir las cuantías que había otorgado el anterior Ejecutivo. Pero nunca explicó claramente la razón por la que prefirió las entregadas en 2014 en lugar de las últimas que aprobó, las del año siguiente, que fueron las que finalmente se introdujeron en el presupuesto de 2016.