La concesionaria de la fábrica de armas, Hércules de Armamento, deberá esperar a inicios de 2017 para saber si es posible salvar su futuro con la entrada de un nuevo inversor. Fuentes de la dirección de Mecanizados Escribano, la firma madrileña que estudia desde hace meses entrar en el accionariado de Hércules, informaron ayer a este diario de que su decisión final no se conocerá hasta el mes de enero, cuando aprueben el plan de inversión de la compañía.

La operación, de hacerse realidad, traerá consigo una inversión millonaria. "Es una operación con ciertos riesgos, para la que se requiere bastante dinero para rescatar la fábrica", informaron desde Mecanizados Escribano. Esta empresa fundada en 1998 como un negocio familiar centrado en actividades armamentísticas ha diversificado en los últimos años su actividad al área de la óptica de precisión y la ingeniería.

El nombre de esta compañía madrileña pasó por la mesa del Consejo de Ministros en mayo de este año, cuando se aprobó la compra del 32% de su capital social por parte de Spanish Acquisition Company SARL, una firma con sede en Luxemburgo pero que está en manos del Fondo de Reserva General del Estado de Omán (SGRF, en sus siglas en inglés). El 68% restante está en manos de socios españoles.

Hércules de Armamento se había aferrado a la entrada de un nuevo socio inversor para evitar que el Ministerio de Defensa pusiese punto y final a su concesión después de la última Comisión de Seguimiento que se celebró el 2 de noviembre. La empresa que gestiona la fábrica de armas coruñesa adeuda cientos de miles de euros a trabajadores y Administración pública. Tampoco ha abonado en tiempo y forma este año el canon de la tercera anualidad, que debería haber ingresado al Ministerio en octubre. De acuerdo con los datos del Registro Mercantil, en 2015 Hércules facturó un total de 28.000 euros, mientras que las pérdidas ascendieron a 520.000 euros, casi el doble que las del ejercicio anterior, algo más de 266.000.

Defensa había asegurado a inicios de noviembre que haría pública su decisión sobre el futuro de Hércules de forma inminente pero todavía no ha habido noticias. Fuentes próximas a las conversaciones aseguran que Defensa está "totalmente al tanto" de las negociaciones entre la concesionaria y Escribano, aunque se desconoce si el Ministerio está esperando a que se resuelva, para bien o para mal, esta operación con el fin de tomar una decisión sobre la factoría local.