El bocata gourmet tiene cantera. La segunda edición del festival temático centrado en este popular plato se cerró ayer con el concurso de bocadillos elaborado por estudiantes de hostelería. El ganador fue Fernando Trigo Chouciño, que se llevó el primer premio con su bocadillo Bao á Galega, en el que combinó los tradicionales panes bao orientales con un relleno de lombarda encurtida y una croqueta de uña de cerdo, níscalos y cabeza de jabalí, rebozada con panko, una especie de pan rallado japonés.

"Me dijeron que era un concurso de mercado y pensé en el bocadillo visitando el mercado, con productos de temporada y sencillos", comenta este joven, que estudia dirección de cocina en el Centro de Formación Profesional de As Pontes. Después de titularse en Física, trabajar como técnico de laboratorio y pasar varios años en el paro, Fernando optó por dar un giro de 180 grados a su carrera y orientar su formación al mundo de los fogones, tratando de convertir uno de sus mayores hobbies en su profesión.

Los chefs que ejercieron de jurado, Pablo Gallego (Pablo Gallego Restaurante), Carlos Pérez (Taberna Hokuto), e Iria Espinosa (Árbore da Veira), destacaron la calidad de los tres platos que se presentaron al concurso y lo igualado de su puntuación. "La diferencia entre los platos ha sido de solo un punto, con eso lo decimos todo", señaló Gallego.

El segundo puesto lo ocupó Nadine Someso Fernández, con su Bocadillo da Granxa, compuesto de pan de aceite de oliva con cecina, champiñones, rúcula, queso de cabra y mermelada de tomate. El tercer premio fue para Elena Lema Valiña, con su bocadillo Niño de ovo de paspallás. Este plato consistía en un pan con virutas de jamón serrano, con una cama de canónigos en el interior y un pisto de pimiento rojo, verde, calabacín y tomate, acompañado de un huevo de paspallás y espárrago triguero a la plancha.

El concurso puso el punto final a la segunda jornada de este segundo festival de bocata gourmet que se celebró en el mercado municipal de San Agustín. En él participaron 13 locales de hostelería de la ciudad con bocadillos delicatessen, cuyo precio osciló entre los tres y los cinco euros. Cientos de personas visitaron los puestos durante todo el fin de semana, siendo mayo la afluencia el domingo.