Casi 24 horas de trabajo necesitaron finalmente los bomberos para sofocar el incendio que destruyó por completo las naves de la empresa Acteco en el polígono de Sabón, ya que los equipos de emergencia acudieron en torno a las 19.00 horas del sábado y se retiraron a las 18.00 horas de ayer. En el lugar aún permanecían restos humeantes de la factoría, pero los responsables del dispositivo descartaron penetrar entre los escombros ante el riesgo de que se desplomaran al considerar imposible que las llamas se propagasen.

Las labores de extinción se desarrollaron durante toda la noche para evitar que las llamas se extendieran al resto de la factoría, así como a otras próximas por la acción del viento, que sin embargo fue favorable para evitar que el humo afectase a la población próxima, que en ningún momento estuvo en peligro. El fuego afectó sin embargo a los habitantes de Oseiro y Pastoriza por la interrupción del suministro eléctrico, ya que durante el incendio se quemó una línea de alta tensión, aunque hacia la medianoche se había restablecido el servicio.

El vertido de una gran cantidad de agua sobre el material quemado en las instalaciones de la empresa hizo temer que ese líquido contaminado llegase al embalse de Sabón, a tan solo unos metros de distancia, por lo que el Concello de Arteixo reclamó la presencia de empresa especializada que se encargó de succionar el líquido.

La proximidad del parque comarcal de bomberos a las naves de Acteco y la continuidad allí de efectivos de Protección Civil, Policía Local y Guardia Civil hizo posible que el personal contraincendios abandonase el lugar y optase por realizar rondas periódicas para comprobar que el fuego no se reactivaba. La acumulación de toneladas de cartón, telas y perchas de plástico, procedentes en su mayoría de la actividad de Inditex, dificultó notablemente el trabajo de los bomberos, quienes con las primeras luces del día utilizaron dos palas excavadoras para remover ese material, de forma que se pudiera verter agua sobre la parte que aún permanecía en combustión.

Las llamas destruyeron también un camión tráiler de la compañía y el remolque de otro que se encontraba sin la cabeza tractora, aunque la acción de los bomberos impidió que afectasen a la zona de oficinas de la empresa. Durante el sábado intervinieron también en la extinción bomberos de la refinería de Repsol, A Coruña, Betanzos y Carballo, aunque ayer solo colaboraron durante la mañana los últimos, que abandonaron Sabón a la hora de comer.

Jorge Ramis, gerente de Acteco, confirmó ayer que la destrucción de las instalaciones fue total, pero que la empresa comenzará hoy mismo la búsqueda de una nave para alquilarla y reiniciar de inmediato la actividad, mientras se reconstruyen las naves arrasadas por el fuego, en las que trabajaban 49 personas.

Personal de la empresa se acercó al lugar desde el primer momento para presenciar el incendio, lo que generó algún momento de nerviosismo, como el de un trabajador que quiso lanzarse al mar, según comentó el primer teniente de alcalde de Arteixo, José María Sánchez, quien detalló que tuvo que recibir un calmante en una ambulancia porque estaba "desesperado total".

Repsol acudió el sábado con una bomba Hytrans, que hizo posible extraer agua del embalse del polígono para alimentar a los camiones de bomberos que intervenían en la extinción. El personal de la refinería aportó también un camión bomba, otro logístico y uno con dos cañones de agua de gran caudal, uno de los cuales vertió 7.500 litros por minuto durante veinte minutos. La actuación de Repsol en incendios ajenos a la refinería es excepcional, ya que su última intervención de este tipo fue durante el siniestro del polígono de La Artística, aunque el sábado acudió al ser requerida su ayuda.