El área de Rexeneración Urbana estudia la pertinencia de ampliar la lista de edificios protegidos por el plan general en varios barrios de la ciudad. Atochas, A Falperra, Eirís, Monelos, Os Mallos, Sagrada Familia, Os Castros y Mariñeiros son las áreas en las que se plantean catalogar un centenar de inmuebles o conjuntos de inmuebles que, en muchos casos, son supervivientes de sucesivos envites desarrollistas en zonas populares.
El Gobierno municipal llevará a pleno la próxima semana un cambio en el plan general para añadir una veintena de edificios que, para los responsables de Urbanismo y según las recomendaciones de la Xunta, merecen protección. Es el caso de la lonja o la escuela Pablo Picasso. Pero la modificación del documento urbanístico no se quedará ahí. El Concello encargará a una empresa externa los trabajos de redacción de una ampliación más profunda del listado del patrimonio arquitectónico, etnográfico y arqueológico.
Para ello, técnicos de Rexeneración Urbana han elaborado un borrador en el que enumeran "inmuebles y elementos urbanos que pueden ser incorporados al catálogo de bienes protegidos", con un apartado dedicado a "conjuntos urbanos". "No es una propuesta firme", sino "recomendaciones" a estudio. Hay dos "casuísticas": la de inmuebles que merecerían ser catalogados, no tanto por sus cualidades individuales, sino por su papel como parte del "tejido" urbano al que pertenecen; y la de los primeros conjuntos residenciales de casas baratas de la ciudad: las casas de Claudio San Martín (Os Castros) y Mariñeiros.
►"Laberinto de Atocha". "Puede que haya sido el barrio histórico más desfigurado por la reciente etapa de especulación inmobiliaria", señalan los técnicos, que destacan que su urbanismo nunca ha sido estudiado "como uno de los primeros barrios del proletariado industrial de la ciudad". "Si en la sociedad feudal, Pescadería representa el tejido urbano de la clase trabajadora fundamentalmente marinera, el barrio de Santa Lucía, la franja de Cordelería o A Gaiteira constituyen sus análogos de la primera revolución industrial", razonan. El inmueble residencial característico de estos barrios es "la vivienda en línea", desde una pareja a media docena de inmuebles. "En este momento son testimoniales y aislados los ejemplos que quedan", añade el borrador. El listado preliminar de Urbanismo comprende edificios en Atocha Alta (9), Marconi (3), Travesía do Traballo (3-7), calle Independencia (5, 7, 11, 19, 21, 25, 29, 32 y 34), calle Salgado Somoza (6, 8, 10, 12, 28, 32 y 34).
El documento incluye en la lista el conjunto del 2 al 12 de la Travesía de Atocha, pero al pertenecer a un Área de Planeamiento reconocen que "difícilmente a corto plazo se podrá revertir su condena a la desaparición". Fuera de estas tipologías, indican que hay que estudiar la acera de los impares de Marconi (5 y 7), el 2 de Montroig y los números del 23 al 33 en Veramar. En la calle San Lorenzo destacan los proyectos de Peregrín Estellés en la Segunda República, con un inmueble "prioritario" en la esquina que abre la calle (número 5 Andrés Antelo). El documento, que deja abierta a los redactores la presentación de más propuestas, cierra este barrio con los 42-44 de Rey Pedreira en Adelaida Muros.
►A Falperra (Gurugú). Aunque afirman que el proceso de construcción es análogo a As Atochas, es diferente la cronología (las construcciones son muy posteriores, la mayoría de la década de los veinte) y el tamaño (tanto las casas como el conjunto del que forman parte son mayores). La legislación y el planeamiento estaban en una fase más madura, lo que facilitó la coherencia de dichos conjuntos y un tejido "más regular". Pone especial atención por ser zona "fundacional" del barrio la "X" de las calles Sinforiano López y Juan Castro Mosquera. Los inmuebles destacados están en Sinforiano López (50 y 52), Juan Castro Mosquera (27, 36 y 44) y Villa de Laxe (8), Falperra (51-53).
►Conjunto residencial de Eirís. Son los números 30-38 de la avenida de Montserrat y 25-31 de Lázaro Cárdenas (Gallego Jorreto, 1988). Es el único conjunto moderno de la lista. Un grupo coherente de edificios adosados, en línea, modelo de construcción que fue "mayoritario en la ciudad" pero "prácticamente eliminado en las últimas tres décadas". Alegan que el "único motivo" para incluirlo es la "desfiguración" producida en el tejido por alteraciones en elementos como carpinterías y revestimientos.
►Monelos. A los dos edificios determinados por la Xunta en la avenida de Monelos (117 y 119), los técnicos añaden otros del callejón del Lagarto (4, 6, 8 y 12).
►Ensanche de Os Mallos. Aplauden en Urbanismo que el catálogo de 2013 reconozca el valor del "pequeño Ensanche de Os Mallos", algo inédito en los planes anteriores (ocho manzanas entre las calles Falperra, Noia, Cronista Pacheco y Antonio Viñes). Como novedad, ahora los redactores se fijan en un conjunto en torno a la plaza de la Paz (años 30), cuyo urbanismo no estaba planificado pero que se convirtió en un valorable puente entre dos ejes de crecimiento de la época: el Segundo Ensanche y el Ensache de Os Mallos. Los edificios recomendados para su protección son los números 1, 13, 15, 17 y 19 de Eusebio da Guarda, el 28 de Oidor Gregorio Tovar, los 3 y 8 de la calle Noia y el 11 de la calle Santander. Sin constituir un tipo característico del barrio, incluyen San Luis (6, 8, 10 y 25) y San Vicente (9).
►Origen de Sagrada Familia y Agra. El epicentro es el cruce entre la avenida de Finisterre y la calle San Sebastián. Es origen del barrio y también uno de los focos de crecimiento del Agra. Los inmuebles racionalistas de los 40 perviven en San Isidoro, San Leandro, Cardenal Cisneros, Maravillas... "Estas manzanas actualmente representan la mayor concentración de la arquitectura racionalista de pequeño tamaño de la ciudad". Los "primeros ejemplos detectados" están en la calle Maravillas (10 y 22), González del Villar (7, 9 y 10), San Isidoro (6) y San Leandro (14 y 16). Los redactores mencionan el caso "análogo" del Agra: calle Pascual Veiga (33, 46 y 53-55), Observatorio (25 y 27), Villa de Negreira (17-25) y José Baldomir (20 y 22).
