Los pasajeros de una docena de vuelos programados para hoy entre Alvedro y Barajas han visto cómo sus viajes se retrasaban, algunos varias horas, debido al caos en la terminal madrileña. Una intensa niebla provocó problemas de visibilidad sin alternativas durante todo el día y afectó al tráfico aéreo de España y al internacional. La peor situación en A Coruña la vivió el pasaje de un avión de Air Europa que tenía que partir diez minutos antes de las siete de la mañana. Salió con tres horas de retraso y, después de un aterrizaje frustrado en Madrid, fueron desviados a Alicante. Llegaron a su destino pasadas las tres, ocho horas más tarde de lo programado.

Pero no fue el único avión afectado. El Air Europa que tenía previsto aterrizar en el aeropuerto de Alvedro a las 11.25 lo hizo más allá de las seis de la tarde; y un Iberia que debería haber bajado a las 12.55 tomó tierra en A Coruña a las 14.49. Ya en la parrilla vespertina, el Air Europa de las 15.35 llegó a las 18.14; y el Iberia de las 17.00, a las 18.27. A cierre de esta edición, se desconocía la hora de aterrizaje del avión programado para las ocho de la tarde.

En sentido contrario, dado que los aviones realizan trayectos de ida y vuelta, la situación fue igual de mala, tanto en horario de mañana como en la parrilla vespertina. Los únicos viajeros con fortuna fueron los del vuelo que salió de A Coruña a las 6.40 de la mañana. Partieron sin problema y llegaron a la hora. Y la suerte les llegó por diez minutos. El Air Europa de las 6.50 sufrió la peor odisea de todos los pasajeros entre Barajas y Alvedro. Después de despegar tres horas tarde, intentó aterrizar sin éxito en Madrid.

Fue finalmente desviado a Alicante, donde estuvo parado en la pista un buen tiempo. Tras ocho horas, a las tres de la tarde, pudieron pisar Madrid. El avión de Iberia con la llegada programada para las 9.25 dejó a su pasaje en Barajas a las 11.49; y otro de la misma compañía aterrizó a las 15.51 cuando debería haberlo hecho a las 13.35. El aterrizaje en la terminal de Barajas-Adolfo Suárez estimado para las 12.15 no se consumó hasta las 16.00, casi cuatro horas después. El de las 16.15 lo hizo a las seis de la tarde y el de las 17.40, con algo más de una hora de demora.

Respecto al resto de destinos, apenas hubo problemas. Solo en las conexiones que opera Vueling con Barcelona, pero con retrasos que no superaron los cuarenta minutos. Los TAP de Lisboa solo rebasaron el tiempo de viaje previsto unos veinte minutos. Sevilla, sin incidencias.