La Consellería de Educación rechazó esta semana la pretensión de las familias de los alumnos del colegio Ramón de la Sagra de que las obras para la sustitución de la cubierta del centro se realicen durante las vacaciones navideñas para evitar que los niños se vean afectados por el amianto, con el argumento de que la Inspección de Trabajo impide trabajar en esas fechas.

Los padres, que han realizado protestas públicas por la forma en la que se desarrolla este proyecto, aseguran que ese organismo les negó que haya prohibido realizar los trabajos en ese periodo, pese lo cual Educación insiste en que tras la reclamación presentada por las familias sobre el proyecto "dio la razón a que no se trabajase en determinados días", aunque no detalla cuáles.

El convenio provincial del sector de la construcción en A Coruña solo considera inhábiles para trabajar, al margen de los sábados y domingos, el 23 de diciembre de este año y el 5 de enero del próximo, lo que permitiría llevar a cabo los trabajos durante ocho días de estas vacaciones escolares.

Educación comenzará la sustitución de la cubierta sin embargo el sábado 7 de enero si las condiciones atmosféricas lo permiten y proseguirá durante las tardes de los días laborables y los siguientes sábados. La consellería asegura que los trabajos se desarrollarán "manteniendo todas las garantías de seguridad" y que este mismo sistema se emplea en otras obras similares en Galicia, en las que señala que se está trabajando también "en tardes y fines de semana sin ningún problema".

Los familiares de los estudiantes crearon una comisión extraordinaria sobre las obras que se reunió el pasado martes con el jefe territorial de Educación, Indalecio Cabana, y el responsable de la unidad técnica, Adolfo Villaverde, quienes les comunicaron que en las vacaciones se trabajará en el interior del colegio y en la fachada, en la que además se tratará de retirar las bajantes que contienen fibrocemento si el tiempo lo permite.

Si finalmente se realiza ese trabajo, se harán mediciones previas y posteriores sobre el nivel de amianto en el aire para garantizar la seguridad de los alumnos. Pero las familias discrepan sobre el proceso que se seguirá al retirar la cubierta una vez se reanuden las clases, ya que las mediciones sobre el amianto no podrán ser consultadas en el momento en que se abra el centro por la mañana, sino posteriormente.

Además de las molestias generadas por las obras, las familias recuerdan que esta actuación tiene repercusiones importantes para la actividad cotidiana de los alumnos, puesto que durante su realización se quedan sin espacios importantes del colegio como las salas de juegos de música, además del patio de infantil.