Los votos de PP y PSOE impidieron ayer que el proyecto de presupuesto presentado por Marea Atlántica fuese aprobado en su fase inicial. presupuesto El alcalde, Xulio Ferreiro, explicó, tras el pleno, que se dará "unos días, como mucho dos semanas" para intentar llegar a un acuerdo con el PSOE y que los socialistas apoyen su proyecto de presupuestos. Si no lo consigue, Ferreiro anunció ayer que presentará una cuestión de confianza que obligará a los grupos a definirse.

"No podemos meternos en el bucle del año pasado. Hay que decidir ya de qué lado se quiere estar y si hay posibilidades de llegar a acuerdo o no, no vamos a seguir enredando", dijo el alcalde, que aseguró que, antes de iniciar la negociación del presupuesto con el PSOE desde cero, tal y como defendió el concejal socialista José Manuel García en el pleno, se sometería a la cuestión de confianza. "No vamos a empezar de cero. En septiembre, cuando se lo pedimos, no quisieron hacerlo, quisieron hablar de entrar en el Gobierno", recordó Ferreiro que, si bien fue tajante en este asunto, lo fue menos en el de abrirle las puertas del Gobierno municipal a los concejales socialistas.

"Vamos a trasladar una propuesta concreta, no solo de presupuestos sino incluso de relación y, a partir de ahí, hablaremos del presupuesto", dijo Ferreiro. A la pregunta sobre a qué se refería con ese cambio en la "relación", el alcalde contestó: "A poder sentarnos a hablar con las cosas claras, que es lo que tenemos que hacer" y a la de si Marea Atlántica estaba abierta a que entrasen en el Gobierno local los concejales socialistas respondió que los ediles de Marea estaban "abiertos a hablar de los presupuestos en este momento".

Y ante estas declaraciones y los ofrecimientos del concejal socialista José Manuel García de servir de apoyo y de consejero a Marea Atlántica durante sus intervenciones en el pleno, el grupo municipal rechazó hablar con este diario después de la sesión extraordinaria para ofrecer su visión del plazo establecido por el alcalde para negociar antes de la cuestión de confianza. Los socialistas se escudaron ayer en que ya lo habían "dicho todo" en el pleno y en que no tenían nada más que aportar, a pesar de que había cambiado en esta ocasión el escenario: votaron en el mismo sentido que el PP y en el contrario al del partido cuya investidura facilitaron sus votos en junio de 2015.

El alcalde, Xulio Ferreiro, pidió ayer "definición" a los socialistas y se mostró sorprendido de que, "una vez más" PSOE y PP propiciasen que no saliese adelante un proyecto de Marea Atlántica que contaba ya con el voto favorable del BNG.

"Vamos a hacer un último intento de llegar a un acuerdo con el PSOE, es una opción mejor que la cuestión de confianza, pero si vemos en los próximos días que ese acuerdo no es factible, tampoco nos vamos a enredar. Vamos a proponer un acuerdo concreto e intentar llegar a él. Tampoco nos asusta la moción de confianza", relató Ferreiro, que defendió que la ciudad se merece tener unos presupuestos cuanto antes y afeó al PSOE que, mientras en la Xunta presenta enmiendas a los presupuestos, y en el Gobierno del Estado es capaz de pactar un documento con [el presidente] Mariano Rajoy, en A Coruña "no pueda ni sentarse a hablar".

¿Y cómo queda la situación presupuestaria del Concello ahora? La Junta de Gobierno local aprobará mañana la prórroga de los actuales que, según comentó el regidor municipal, tendrá "mejores condiciones que la del año pasado" ya que se incorporarán ya mañana 9,2 millones de euros en inversiones y otros tantos se podrían incorporar" el próximo mes.

"Las licitaciones que están en marcha no se paran y si no tuviésemos acuerdo presupuestario enseguida, también llevaríamos a pleno los convenios durante enero para que las entidades no sufriesen retraso en la percepción de esos convenios", aclaró el alcalde, que instó a todos los grupos a "anteponer los intereses de la ciudad a los propios".

En esta prórroga, según fuentes municipales, todas las inversiones -del capítulo 6, referido a las inversiones reales- que quedasen sin ejecutar y que estuviesen financiadas mediante crédito quedarán incorporadas de manera automática después de la aprobación de la prórroga. En este caso están, entre otros proyectos, la partida de 1,2 millones de euros para la reparación de las cubiertas de Riazor. Las inversiones que no estuviesen sujetas a crédito podrán incorporarse más adelante, siempre y cuando haya remanente de tesorería para afrontarlos. Si hay o no fondos se determina al cierre del ejercicio.

Dos votaciones, ¿por qué?

El pleno se cerró con dos votaciones, cuyo funcionamiento tuvo que explicar el secretario municipal, la primera, en la que se solicitaba el apoyo a la enmienda presentada por el BNG y aprobada por Marea Atlántica, que suponía una modificación del texto por valor de 997.199 euros. Levantar la mano a favor de esta alegación implicaba dar luz verde al proyecto de presupuestos con los cambios del BNG incluidos, una opción que solo escogieron los ediles de Marea y la edil nacionalista, Avia Veira. En contra lo hicieron PP y PSOE.

Este resultado derivó en una segunda votación, la de aprobar el dictamen de la Comisión de Facenda, que emitió una resolución negativa del texto presentado. Antes de someterse a debate en el pleno, los asuntos se tratan en comisión -formada por representantes de los grupos de la Corporación, en las que se les aporta documentación sobre los puntos a estudiar y en las que se emiten opiniones favorables o no a los asuntos presentados-.

En esta segunda votación, PP y PSOE se posicionaron a favor de avalar la decisión de la comisión; Marea Atlántica lo hizo en contra -ya que eso suponía defender su proyecto de presupuestos- y el BNG se abstuvo, porque el documento sobre el que se estaba votando no contenía ya los cambios negociados con el Gobierno local sino que era el borrador elaborado por Marea Atlántica para negociar con los grupos, sin modificaciones, ya que ni PP ni PSOE solicitaron altas y bajas en las partidas contenidas.

Durante la sesión plenaria, la concejal de Facenda, Eugenia Vieito, defendió que el presupuesto presentado, con 245,04 millones de euros apostaba "por el derecho a la vivienda, por el cuidado del espacio público, la movilidad sostenible, una economía para las personas, el área metropolitana y el derecho a una vivienda digna". Vieito cargó contra el Estado por no haber presentado su proyecto de presupuestos y por dejar en el aire algunas de las iniciativas que precisan de su financiación.

En sus turnos de palabra, el concejal socialista José Manuel García, que rechazó el proyecto de presupuestos tajantemente, habló también de empezar de cero el proyecto de ingresos y gastos. "No vemos en este presupuesto nada que podamos respaldar", dijo en una de sus intervenciones. "Creemos que les podemos ayudar a desarrollar el presupuesto que la ciudad necesita, se tienen que dejar ayudar y tiene que entender que, para conciliar posiciones que consigan el refrendo de este pleno hay que ceder espacios", comentó García, dejando entrever la posibilidad de entrar en el Gobierno local.

La portavoz del PP, Rosa Gallego, volvió a defender la bajada del IBI, que no se contempla en los presupuestos municipales y pidió "reflexión" a los demás grupos a la hora de votar. "Les pedimos que reflexionen sobre si van a seguir apoyando el caos, el descontrol, la desidia y el sectarismo o prefieren escuchar a los coruñeses que piden a gritos el rescate de la ciudad", zanjó su intervención.

La portavoz del BNG, Avia Veira, defendió ayer su postura de llegar a un acuerdo con el Gobierno local para introducir sus proyectos en el presupuesto. A pesar de que la negociación tuvo sus frutos, Veira también afeó a Marea que no empezase a negociar mucho antes para evitar hacerlo con tanta prisa. "A nosotros no se nos va a ver en ningún batiburrillo de partidos sino defendiendo políticas concretas que garanticen que el cambio en la ciudad sea real", dijo ayer en el pleno Avia Veira, en referencia a un primer intento de unión contra los presupuestos de Pontevedra (donde gobierna el BNG) de todos los grupos de la oposición -PP y PSOE, Marea y Ciudadanos-. Finalmente, el documento se aprobó con la abstención de Marea.