Abanca ha iniciado ya el proceso de restauración del mural Vista de A Coruña 1669, de Urbano Lugrís, que está colgado en su oficina principal, en la calle Olmos, y cuyas labores de rehabilitación podrán ser seguidas por los vecinos que así lo deseen. El mural, que estuvo condenado a la oscuridad más absoluta durante meses, tras el cierre de la antigua cafetería Vecchio, luce, aunque resguardado, en la que será su ubicación definitiva.

El horario de visita de la próxima semana será de 8.15 horas a 14.15 horas y, a partir del día 9 de enero, pasadas ya las Navidades, se podrá acceder a la oficina en el horario habitual, de 8.15 horas a 14.15 horas y de 16.30 horas a 19.00 horas. En noviembre de este año, el mural dejó de estar en la calle Real para trasladarse a Olmos, se dividió en siete piezas bajo la supervisión de la Dirección Xeral de Patrimonio, y cada una de ellas viajó en una carretilla, con protecciones laterales para evitar dañar esta visión que Lugrís tuvo de A Coruña.

Fuentes de Abanca indican que, "para respetar al máximo las condiciones originales de la obra", eligieron un local "prácticamente contiguo" al del antiguo Vecchio para su instalación y que mantiene su orientación. No es el único mural de Lugrís que hay en la calle Olmos, hay otro en un restaurante, y otro en la calle Álvaro Cebreiro. El colectivo O Mural reivindicó hace años que Vista de A Coruña 1669, fuese una obra protegida y que no estuviese a merced de intereses privados, fue por ello por lo que solicitó a la Xunta que lo declarase Bien de Interés Cultural (BIC). Abanca, según explica en un comunicado, asume el coste económico de la restauración "dentro de su compromiso de conservar el patrimonio cultural gallego".