El Gobierno local analiza con la concesionaria de la ORA, Setex Aparki SA, cómo hacer cumplir el objetivo con el que implantó este servicio en 1998: favorecer la rotación de vehículos e impedir que un coche permanezca estacionado en la misma zona más allá del tiempo por el que se pagó, aunque sea abonando de nuevo la tarifa. Nunca en los 19 años de implantación de la ORA el Ayuntamiento ha aplicado medidas de control para sancionar a quienes incumplieran una norma que resume el espíritu con el que nació esta ordenanza. El Concello justifica que "los medios materiales no son suficientes para realizar el control", a lo que se añade que "la adjudicataria tampoco tiene los parquímetros adaptados para realizar el control de rotación".

La ordenanza recoge expresamente desde su aprobación hace casi veinte años que constituye una infracción de la ORA "no desplazar el vehículo una vez expirado el tiempo abonado, al menos dos tramos de vía o durante un mínimo de 30 minutos antes de regresar al mismo tramo". Por tramo entiende una manzana de edificios. A estas infracciones, según la ordenanza, se le deberían aplicar las mismas medidas que por aparcar sin tique o exceder el tiempo abonado: denuncia y, en su caso, inmovilización o retirada del vehículo.

El Partido Popular ha reclamado en sus alegaciones a la modificación de la ordenanza más concreción en las medidas de control de la rotación en la zona azul de la ORA, que tampoco aplicó en sus cuatro años de gobierno. En su contestación, el Gobierno local recuerda que "nunca" se pusieron en marcha por "falta de medios materiales" y de parquímetros capaces de discriminar si alguien paga por segunda vez sin mover el coche. E introduce un nuevo apartado en la ordenanza para facultar al Gobierno local a "adoptar estas medidas por decreto".

Preguntado ayer por este diario sobre el alcance de estas medidas, el Gobierno local aseguró que la Concejalía de Mobilidade "estudia, de modo conjunto con la empresa concesionaria, las posibilidades de llevar a cabo ese control efectivo de la rotación". No hay plazos, solo un análisis "de cara al futuro", para lo que la nueva ordenanza "deja abierta esta posibilidad".

La rotación suponía el objetivo básico con el que nació la ORA. La ordenanza recoge expresamente desde su nacimiento que el "objeto" pasaba por "hacer compatible la equitativa distribución de los aparcamientos entre todos los usuarios, y fijar medidas de estacionamiento limitado, con el fin de garantizar la rotación de los vehículos". En la práctica, el único efecto disuasorio para los conductores ha sido tener que abonar una tarifa por aparcar en la calle.