O Parrote está enfermo y se le nota. Los cristales están rotos, los bajos tan descuidados que se han convertido en un lienzo para los grafiteros y los registros del suelo ya no tienen tapa, así que, los tubos están sueltos y se encharcan los huecos. Será el Ayuntamiento el que se encargue de reparar estos desperfectos, pero, según fuentes municipales, hay todavía "un conflicto" con el Puerto ya que, si bien el mantenimiento depende del Consistorio, la titularidad del suelo es de la Autoridad Portuaria. Con el "conflicto" encima de la mesa, el paso del tiempo no ha hecho nada más que empeorar la situación. Ya en 2015, algunos de los cristales que llevan al aparcamiento lucían una enmarañada red de cortes que amenazaban con hacerse añicos, pero que, actualmente, todavía se mantienen en pie. Estaban también rotas las lunas pequeñas que cubren las luces del suelo y los bajos comerciales ya empezaban a ser un escondite para los desperdicios. Desde su apertura, en agosto de 2015, la zona se ha convertido en un punto de encuentro para el botellón. Esta situación supone un riesgo para los paseantes ya que el mal estado de las instalaciones puede provocar caídas e incluso cortes en las personas que se apoyen en ellos.

Esta obra, al igual que la de la Marina, en la que se pretendía ganar espacio para los peatones, no estuvo exenta de polémica, ya que el diseño elegido, el realizado por el arquitecto Luis Collarte, no contentó a muchos vecinos. El Gobierno local planteó la posibilidad de actuar en la Marina para dotarla de más sombras. El Puerto y el Ayuntamiento, con las relaciones rotas por el conflicto de La Solana, habían llegado a un acuerdo para el traspaso de la titularidad en la Marina pero esta no se ha consumado, por lo que sigue en manos portuarias. El Puerto critica que María Pita le debe 4,8 millones por los trabajos. El Gobierno local tiene presupuestada una partida para ejecutar las obras de reforma -diseñadas por el estudio Creus y Carrasco-, pero no se pueden ejecutar sin ese traspaso de titularidad.

En O Parrote, tampoco ha salido adelante el proyecto de traslado del pub Dux a este emplazamiento y la creación del restaurante Silabario, con una estrella Michelin en Tui, tenían para la explanada de O Parrote ni el del local de hostelería Baluarte, que preveía instalarse en las arcadas junto a la muralla. En febrero de 2016, la Autoridad Portuaria aprobó la cesión de los espacios que hay bajo las arcadas y, en octubre, ya habían desistido. El futuro de esos espacios está en el aire.