Si el PSOE coruñés mira hoy hacia Madrid, por el camino se encontrará tres gestoras, la local, la autonómica y la federal, y solo una Ejecutiva no provisional, la de la provincia. El partido que lo fue todo en la ciudad, ahora hundido en una crisis con pocos precedentes, tiene ante sí el reto de reformularse, de concretar qué quiere ser y a qué votantes quiere convencer. Los tiempos en que pescaba a derecha, centro e izquierda difícilmente regresarán. Mar Barcón abre con su dimisión ese camino, aunque a medias mientras continúe como edil. La fractura en el grupo municipal ha desencadenado su dimisión, a la que Barcón, hasta ahora, se había resistido, y le ha impedido marcar los tiempos de una salida menos convulsa.