La operación urbanística efectuada en el puerto de Valencia en 2013 -mediante la cual el Estado cedió de forma gratuita un millón de metros cuadrados al Ayuntamiento- es el modelo que el Concello planteará hoy a Puertos del Estado para que se repita en A Coruña. En la reunión que mantendrán representantes del Gobierno local con el presidente del organismo portuario estatal, José Llorca, y el del puerto coruñés, Enrique Losada, se expondrá la propuesta de que se aproveche la experiencia valenciana para abordar el futuro de los muelles interiores que queden sin actividad con la puesta en marcha de punta Langosteira.

El Consejo de Ministros celebrado el 8 de marzo de 2013 aprobó la cesión al Ayuntamiento de Valencia de los terrenos que rodean la dársena interior del puerto, una superficie cercana al millón de metros cuadrados en la que se encuentran dos edificios y un aparcamiento, así como las bases de los cinco equipos que participaron en la Copa del América, la prestigiosa competición internacional de vela.

Esa zona del puerto se corresponde con la más antigua y fue remodelada en 2007 para albergar la prueba náutica. El coste de esa actuación fue de 440 millones de euros, que se financió mediante un préstamo del Instituto de Crédito Oficial (ICO) al que tendría hacer frente un consorcio formado por la Generalitat valenciana con el 40%, el Gobierno central con el mismo porcentaje y el Ayuntamiento con un 20%. La falta de recursos de las administraciones autonómica y municipal llevó sin embargo a la estatal a tener que hacerse cargo del pago del crédito al figurar como avalista de la operación, aunque por el momento no ha abonado esta cuantiosa deuda.

La zona fue rebautizada con el nombre de Marina Real Juan Carlos I y, una vez que terminase la Copa del América, el plan de usos diseñado para este lugar preveía la construcción de un área náutico-industrial de 65.000 metros cuadrados para dar cabida a 800 embarcaciones, una zona náutico-deportiva de 46.000 metros cuadrados capaz de acoger las pruebas de los Juegos Olímpicos si Madrid llegase a organizar los de 2020, un área comercial y de ocio, así como la sede de un clúster tecnológico. De acuerdo con este plan, el 75% de la superficie estaría ocupado por espacios libres, zonas verdes, viales y aparcamientos públicos.

Pese a que durante el proceso de elaboración del documento hubo posturas a favor de la construcción de viviendas en este lugar, el Ayuntamiento, gobernado entonces por el Partido Popular, lo descartó finalmente e incluso reprochó al grupo municipal de Esquerra Unida que defendiese esta opción, que consideró "prohibido por la legislación portuaria", a pesar de que en los planes previstos para A Coruña está prevista esa posibilidad.

Pero las dificultades para costear las obras por parte de dos de los miembros del consorcio hicieron que la administración central paralizase el proyecto, lo que llevó al nuevo Gobierno local -integrado por Compromís, PSOE y Valencia en Comú- a solicitar en 2015 el pago de la deuda, así como a promover una modificación del plan de usos inicial.

El pasado 20 de enero el Ayuntamiento presentó un plan estratégico para este lugar, al que pasó a denominar como La Marina de Valencia y para el que prevé la generación de beneficios a partir del próximo año o el siguiente. El proyecto de área gastronómica fue sustituido por el de una plaza pública para el barrio conocido como Poblados Marítimos, en la que se dará prioridad a las asociaciones ciudadanas de la zona, mientras que dos de los antiguos edificios de la Copa del América se dedicarán a acoger actividades de cultura y creatividad empresarial.