El área municipal de Mobilidade Sostible ha iniciado la revisión del callejero de la ciudad para estudiar la implantación del límite de velocidad de 30 kilómetros por hora en vías urbanas con un solo carril y sentido único de circulación y en aquellas que tienen un carril por sentido. Este análisis no responde a una iniciativa exclusiva del Gobierno local, sino que viene a anticiparse a la aplicación de uno de los cambios que recoge el proyecto del Reglamento General de Circulación que en estos momentos está tramitando el Estado, por lo que aún no ha entrado en vigor.

El concejal de Mobilidade, Daniel Díaz Grandío, avanzó los estudios que está haciendo ya su departamento en la contestación a las quejas de un vecino sobre la excesiva velocidad de algunos vehículos en el barrio de Os Rosales, donde ayer se celebró la primera sesión de este año del Dillo ti. Os Rosales es una zona de la ciudad con el límite de velocidad establecido en 30 kilómetros por hora y donde la Policía Local, según fuentes municipales, ha realizado desde el 1 de enero tres controles para vigilar las infracciones por pisar de más el acelerador.

Díaz Grandío señaló que este diseño de regulación de la velocidad "no tendrá visibilidad a corto plazo", aunque vaticinó que creará nuevos comportamientos en los conductores, que tenderán a circular más despacio por la ciudad. Después del encuentro vecinal aclaró que la velocidad máxima en vías principales con más de un carril por sentido, tanto doble como único (Juan Flórez, Ramón y Cajal o el paseo marítimo, por ejemplo) sería de 50 kilómetros por hora. El límite bajaría a 30 kilómetros por hora en calles de sentido único con un carril (Alfredo Vicenti, Adelaida Muro o las calles de Ciudad Jardín) o de un carril por sentido por circulación (San Andrés o algún tramo de la avenida de Oza).

Esta no fue la única iniciativa sobre movilidad que se mencionó en el Dillo ti. El alcalde, Xulio Ferreiro, y también Grandío adelantaron que el Gobierno local ha llegado a un acuerdo con el colegio Calasancias para habilitar un parking parkingde unas 200 plazas en el interior del recién inaugurado parque de Visma, junto a Os Rosales. De esta forma, podrán utilizarlo el centro y los padres de los alumnos para mejorar las condiciones de circulación en la zona, en la que se producen frecuentes problemas en la carretera de Os Fortes por la entrada y salida de alumnos en los colegios.

El edil de Mobilidade hizo referencia a otras iniciativas de su área: la revisión de las señales horizontales y verticales de tráfico en varias zonas de la ciudad para renovar o mejorar los servicios y la transformación de la red de bus urbano este mismo año para fomentar la rapidez de las líneas y los transbordos cómodos y sin demoras.

Los vecinos de Os Rosales transmitieron a los concejales del Gobierno de Marea otras preocupaciones concretas de su barrio. Una fue la necesidad de mejorar las condiciones del conocido como Camiño do Cura, ante lo que el Ejecutivo respondió que conversa con el Arzobispado de Santiago para obtener la titularidad municipal. También se reclamó iluminación en distintos puntos del barrio, así como un servicio de limpieza más eficiente en calles como Simón Bolívar y Alcalde Suárez Ferrín, en las que resaltaron carencias.

Otros vecinos pidieron más seguridad en el barrio después de que se produjeran robos; otros, áreas caninas en la Plaza Elíptica, una planta para los mayores en el centro cívico y, sobre todo, la poda de ramas de algunos árboles que, debido a la altura, rozan las ventanas de viviendas o tapan señales y farolas.