La Diputación comenzó hoy las obras de la residencia universitaria de estudiantes, que se instalará en parte del centro Calvo Sotelo, en el barrio de Labañou. El complejo estará listo en octubre, ya que los trabajos tendrán una duración de nueve meses, y contará con 60 habitaciones dobles en las que se alojarán 120 estudiantes, aunque se estudia que algunas sean individuales para dar cabida a alumnos con discapacidad.

El rector, Julio Abalde, informó esta mañana que la Universidad ofertará las plazas en cuanto se conozca el momento de la apertura y que el coste de las plazas será similar al de la residencia de Ferrol, con una tarifa mensual situada entre los 80 y los 100 euros, en función de si la habitación es individual o compartida.

La residencia no dispondrá inicialmente de servicio de comedor, aunque el centro Calvo Sotelo cuenta con una instalación de este tipo con suficiente capacidad, pero todavía no hay un acuerdo con la Diputación para la utilización de este servicio. Las obras prevén la separación física de los 56 actuales residentes en el centro, que cursan estudios de Formación Profesional, de los universitarios, que contarán además con una entrada independiente a través de la plaza del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología.