-Ferraz lo incluye en la Gestora Local y dimite justo antes de la primera reunión. ¿Por qué?

-Me preguntaron hace dos semanas si estaba dispuesto a formar parte. Pregunté si habría un equipo plural con el que poder superar el estado de estancamiento en el que se encuentra la agrupación socialista, más bien de retroceso, y así me lo pareció cuando me dijeron los nombres. La lista enviada era plural, pero la final es completamente distinta. Se ha perdido una oportunidad de hacer las cosas bien.

-¿Por falta de pluralidad?

-Porque no se demuestra voluntad de cambio. La gestora es un equipo conformado para dar continuidad a la anterior Ejecutiva, en la que dimitió su presidenta, Mar Barcón, que antes renunció como portavoz y que tiene al grupo municipal dividido. Se sobrerrepresenta su sector y eso no es lo que hay que hacer ahora. Continuar sin cambiar nada ni modificar el rumbo nos lleva a un escenario que no va a ser mejor, sino igual o peor. Esa gestora se conforma como un pago a Barcón por los servicios prestados en Ferraz para permitir la caída de Pedro Sánchez. Y no solo eso, el colmo de los despropósitos es que Madrid incluyó en la gestora a una persona, que luego cambió, que a día de hoy no es militante. Eso vulnera los estatutos.

-¿Se lo transmitió así a Florencio Cardador cuando renunció?

-Tuvimos una conversación privada. Básicamente le dije que estaba disconforme con cómo se había configurado la gestora. Pero hoy [por ayer] le oigo decir que Barcón le contó que en tres o cuatro meses deja la vida política. La semana pasada ella iba a liderar el Clúster de la Salud, días antes dice que no quiere entrar en el Gobierno y ahora dice Florencio que ella lo deja. No lo entiendo. Se está entrando en una rueda de medias verdades.

-Cardador habla de limar asperezas, poner orden y evitar divisiones. ¿Es Barcón la única responsable de estos problemas?

-En todas las crisis políticas no hay un único responsable. Lo que sí está claro es que se ha concentrado una suma de poder en Mar Barcón, a quien le correspondía dirigir el rumbo de la agrupación. Pero si eliges a tu portavoz y este dimite por discrepancias contigo, el grupo está dividido, la agrupación hace dos años que no tiene una asamblea para rendir cuentas... el punto común de todo esto, objetivamente, es la persona que está al frente, la que tiene una mayor responsabilidad.

-¿Cree que Marea vetó a Barcón al negociar el presupuesto con el grupo socialista?

-A mi juicio hay un cierto veto, pero no sé qué porcentaje representó ese veto en la negociación y desconozco las objeciones que pusieron mis compañeros.

-¿Cuál debe ser para usted la prioridad de la Gestora Local?

-Contribuir de manera leal a que las instituciones funcionen. Hay que recuperar la credibilidad en la calle y conseguir base electoral. A día de hoy hay una sensación de que las cosas no funcionan, unos creen que por culpa de la Marea y otros que por culpa del PSOE, y eso les hace daño a los dos, que no son realmente leales unos con otros y se echan la culpa de sus males.

-¿Qué ha hecho mal el PSOE para perder credibilidad?

-Un motivo, de tipo transversal, es que tiene las mismas caras políticas y los mismos mensajes repetidos por las mismas caras, en muchos casos por personas que es difícil distinguir si están ligadas a un proyecto político por convicción o porque quieren resolver cuestiones personales. El votante de izquierda exige a alguien que sepa entrar y salir con naturalidad de la política, que tenga un modo de vida alternativo y autonomía suficiente como para decir que está en desacuerdo.

-Tras 28 años de gobierno, ¿no sabe estar en la oposición?

-Perder el poder exige un tiempo de adaptación. Es lógico que haya una crisis. Otra cosa es entrar en una dinámica de autodestrucción en la que vas a peor y vas a peor, y encima sales sacando pecho.

-¿Con este panorama de problemas, se puede ser optimista sobre la recuperación del PSOE?

-Hay que serlo. Pero si se incide en los mismos errores, es probable que haya un retroceso. Se tiene que escuchar a todo el mundo.