Los directivos de dos discotecas situadas en el centro comercial Los Cantones Village, el Amura y el Dux, se sentarán en el banquillo de los acusados de un juzgado de lo penal por, presuntamente, dar instrucciones a sus empleados para que prohibiesen entrar a negros. La Fiscalía destaca en su informe sobre los hechos que los trabajadores del Dux que impidieron el acceso a una persona de color en agosto de 2012 le explicaron que la "política de los jefes" era que "los negros eran para trabajar y que como clientes daban muy mala imagen mezclados entre los blancos".

La Fiscalía reclama para cada uno de los cuatro procesados -los dos únicos administradores del Dux y los dos socios del Amura cuando sucedieron los hechos- dos años de inhabilitación para el ejercicio de profesión, oficio, industria o comercio relacionado con la hostelería y el ocio, aunque tal actividad la realicen como directivos de una sociedad mercantil que explote negocios de hostelería. El Ministerio público relata en su escrito de calificación que sobre las diez de la noche del 11 de agosto de 2012 los dos denunciantes, naturales de Senegal, intentaron entrar en el pub Amura.

"El personal encargado, siguiendo las directrices de los propietarios, les prohibió la entrada por ser negros, añadiendo la excusa de que, además, la policía les había informado de que estaban en busca y captura", indica la acusación pública. Ese mismo día pretendieron acceder al Dux, situada en la misma planta del centro comercial que el Amura, donde también les impidieron entrar por ser de color. En la puerta de la discoteca, según considera probado el fiscal, le dieron la misma "excusa" que sobre que la policía los buscaba.

Al día siguiente, sobre la una y media de la madrugada, uno de los afectados acudió, acompañado por su letrado, Jesús Lamelas, al Amura, donde le volvieron a impedir el paso. La Fiscalía sostiene que el personal les dijo que "los jefes" habían dado órdenes "de que a determinados negros no se les permitiese la entrada". Cuando intentaron acceder al Dux, los trabajadores les comunicaron que la "política del local" era que "los negros eran para trabajar y que como clientes daban muy mala imagen mezclados entre los blancos".

El fiscal subraya en su informe que los cuatro imputados impartieron instrucciones a sus empleados sobre el derecho de admisión de clientes, "algunas de ellas en clara relación con su etnia u origen racial". Los cuatro socios y administradores de las discotecas están acusados de cometer dos delitos relativos a los derechos fundamentales y libertades públicas por denegación discriminatoria de una prestación en el ámbito profesional o empresarial. Además de que los sospechosos sean inhabilitados durante dos años, el Ministerio público demanda al juez que condene al Dux y al Amura, como responsables subsidiarios, a indemnizar a cada una de las víctimas con 1.000 euros.