A Coruña se sacude la resaca de un pleno histórico superada la fase en que Marea y PSOE fueron incapaces de pactar el presupuesto. El resultado estaba cantado de antemano. PP y PSOE negaron su confianza al alcalde y a su Ejecutivo, y abrieron un mes en el que o presentan una moción de censura o el presupuesto quedará aprobado de forma inicial. Ayer se votaba la cuestión de confianza, no las cuentas, pero a nadie se le escapaba que el efecto práctico del pleno consistía en si el presupuesto salía adelante ahora o dentro de un mes. Quienes mejor lo sabían eran los concejales socialistas. Mar Barcón había avanzado el jueves a la gestora local que no apoyarían una moción de censura con el PP para derrocar a Marea. Si se cumplen esas palabras, este será un mes perdido. Lo habían advertido la dirección provincial del PSOE, y una minoría dentro de la gestora y del grupo municipal socialista, defensoras de una abstención que combinaría agilizar el presupuesto y negar la confianza a Marea. El BNG, muy crítico ayer con el Gobierno local, optó por dar su aval a Marea. El PSOE, igual de crítico, prefirió la desconfianza a la práctica.