Psiconautas y Decorado, galardonados el sábado pasado con los premios Goya al mejor largometraje y mejor corto, ambos de animación, son los ejemplos más recientes que subrayan en el mapa audiovisual nacional la calidad del cine hecho en A Coruña. El firmante de estas dos obras, Alberto Vázquez, coincide como otros compañeros del sector en que hay valiosos profesionales en la ciudad que desde finales del siglo XX elevan la categoría de las producciones audiovisuales locales, aunque una gran parte de ellos se ven obligados a continuar con sus trabajos fuera de Galicia o a reciclarse en ocupaciones no exclusivamente cinematográficas. "Hay mucho talento, excedente de ideas, pero escasez de recursos", resume en su juicio al sector coruñés el productor y guionista Ángel de la Cruz, que trabajó en la desaparecida Dygra y fundó Ladybug Films. "Un talento muchas veces demostrado a base de sobresfuerzos", añade el director y productor Jorge Algora, de Adivina.

Vaca Films en cine, responsable de éxitos como Celda 211, El niño o Cien años de perdón, o Voz Audiovisual en televisión son hoy las productoras asentadas en A Coruña capaces de generar trabajo estable y con cierta duración, además de éxitos comerciales. Junto a ellas sobreviven pequeñas firmas, emprendedores autónomos y sociedades unipersonales con mínimas estructuras que con ese esfuerzo y talento resaltados por los profesionales realizan notables productos que en los últimos años han gozado de reconocimiento nacional e internacional y, sobre todo, difusión.

Ahí están casos de empresas coruñesas como Xamalú Filmes, Adivina Producciones, Algarabía o Abano Producións y de productores o cineastas como Xavier Bermúdez, Ángel de la Cruz, Manane Rodríguez, Jorge Algora, Susana Maceiras, Chelo Loureiro, Mamen Quintas, Ignacio Benedeti, Farruco Castromán, Manuel Cristóbal, Ángeles Huerta, Alberto Vázquez u Oliver Laxe. O ejemplos de películas y cortos de ficción o animación estrenadas en los últimos años, proyectadas en numerosos festivales y rodadas íntegramente o en parte en la ciudad, como El desconocido (también de Vaca Films), Migas de pan, Somos gente honrada, Invasor, Esquece Monelos, Arrugas, Birdboy o Psiconautas.

En este ambiente de repercusión mediática la ciudad pasa ahora por una etapa de resurgimiento audiovisual que se traduce en trabajo y proyectos en marcha. "A Coruña fue y sigue siendo la ciudad gallega con mayor número de productoras y mayor volumen de negocio", constata De la Cruz. El crecimiento y consolidación del audiovisual coruñés se fraguó en los años noventa y en la primera mitad de la década inicial del siglo XXI. Había muy pocos productores, pero, como recalca De la Cruz, "sacaron petróleo en un desierto". El tejido industrial creado entonces convirtió la ciudad en el "buque insignia" de estas productoras de cine, televisión, animación y publicidad, además de estudios de doblaje y centros de formación, pero muchas fueron desapareciendo por la crisis a partir de 2006 y el sector pasó por un periodo de parálisis en los dos o tres años siguientes. Ahora, asegura Ángel de la Cruz, "la curva vuelve a ser ascendente" y A Coruña y Galicia son consideradas, por ejemplo, una potencia en la industria de la animación.

Con este repunte, ningún éxito es anecdótico o fruto de la casualidad. "Los éxitos revelan que en A Coruña se trabaja duro y bien, pese a las condiciones en las que se aplican el trabajo y el talento, con recortes a las actividades culturales y la resistencia de las administraciones a normativizar sus ayudas como capital simiente de las producciones independientes", sintetiza Xavier Bermúdez, de Xamalú Filmes, productora de Migas de pan. "Talento, voluntad, perseverancia, esfuerzo exigente y sacrificios de los autores y productores" son las características que, según De la Cruz, definen el trabajo de los creadores coruñeses del audiovisual. "Y la presencia femenina mayoritaria en la producción y producción ejecutiva", destaca Pancho Casal, fundador de la desaparecida Continental.

Matiza Bermúdez que en la ciudad, como en otros lugares del país, conviven tres corrientes de producción cinematográfica: "El modelo industrial convencional; el que enfoca sus trabajos en la distribución en festivales; y la apuesta por aunar la mayor exigencia artística con una decidida consideración del cine como arte público". Emma Lustres, directora de Vaca Films, defiende el modelo con el que su empresa ha ganado éxito y prestigio: "Nos basamos en la calidad y la comercialidad, no atendemos a una de estas premisas en exclusiva. Lo importante es hacer películas de entretenimiento que cuenten algo con cierta trascendencia".

Ahora bien, ¿qué dificultades se encuentran los profesionales del audiovisual que desde estas vertientes propagan sus esfuerzos por dar a conocer sus producciones? La falta de financiación, coinciden los consultados; incluso para las grandes empresas, que recurren a las coproducciones, y más acuciante para los pequeños productores, que deben promocionar sus proyectos en Madrid o buscar socios en los festivales europeos, "traerse el dinero para producir aquí". "No existe una política pública en Galicia que desarrolle este sector como estratégico, como sí se hizo hace más de una década", lamenta Casal.

Frente a dificultades, necesidades. O asignaturas pendientes. Algora aboga por "mayor cohesión y experiencias de producción colaborativa". "Hay que focalizar esfuerzos en contenidos con demanda en el exterior y poner las cosas fáciles para atraer rodajes", añade. A estas propuestas añade Bermúdez la creación de lugares para empresas y profesionales: "Una ciudad o miniciudad del cine dentro de A Coruña sería una maravilla". Casal demanda un circuito estable de exhibición. De la Cruz defiende una línea de subvenciones al fomento de la producción y la coproducción, para la asistencia a mercados internacionales y festivales y para la modernización de equipos y estudios. Lustres mira a las administraciones y les sugiere que "apuesten por emprendedores, gente joven con ideas", en lugar de centrarse en "proyectos cortoplacistas".

Desde el Ayuntamiento, el edil de Culturas, José Manuel Sande, con cercana vinculación con el mundo audiovisual de la ciudad antes de tener un cargo público, se alinea del lado de quienes inciden en que los profesionales precisan "apoyos de muy diversas maneras". "Es un sector clave para la ciudad, una de las imágenes nítidas de la propia Coruña. Hay que consolidar un trabajo permanente y estable, con ayudas a la exhibición, actividades y talleres", dice Sande, que destaca que los éxitos recientes de Alberto Vázquez de muestran el talento en el terreno gráfico.

José Sellier. Este francés afincado en la ciudad compra a los hermanos Lumiére una cámara de cine y filma las primeras películas de cine españolas, como Fábrica de gas, Plaza de Mina u Oleaje en el Orzán. Sellier, pionero del cine y precursor de la fotografía estereoscópica, revelaba él mismo sus películas.

Proyecciones. Los primeros locales que proyectaban cine fueron el París, el Circo Coruñés, el Bazar de la Industria, el Cinematógrafo Lumiére y el gabinete fotográfico de Sellier en San Andrés. También el Teatro Rosalía Castro (conocido como Teatro Principal), el Pabellón Lino del Puerto o el Salón Cinema Coruña.

Cine París. Los dueños de este cine producían y filmaban sus propias películas, como La Semana Santa en A Coruña.

1896. A Coruña acoge la primera proyección cinematográfica en Galicia en el Circo Coruñés, después en la calle Real.

Fernando Rey. El actor coruñés más internacional. Ganador de un Goya y de premios en los festivales de Cannes y San Sebastián. Con El discreto encanto de la burguesía, de Luis Buñuel, ganó el Óscar a la película de habla no inglesa. Su casa estaba en la calle Betanzos, en la esquina con la plaza de Lugo.

Directores. Además del reivindicado Amando de Ossorio, otros cineastas coruñeses fueron el prolífico Ramón Torrado, firmante de Botón de ancla y Fray Escoba, Antonio Docampo, José Ernesto Díaz Noriega y Francisco Valiente, premiado internacionalmente por Microdesfile, animación en stop motion en los años 60.

De Ossorio. Coruñés director de culto, autor de 20 películas entre 1956 y 1984, entre ellas la tetralogía de zombis templarios.

Continental. Productora de referencia en Galicia, de Pancho Casal. Coprodujo Heroína, Agallas y Los lunes al sol.

Vaca Films. Hoy es la productora coruñesa más consolidada. Creada por Emma Lustres y Borja Pena, apuesta por el cine comercial de calidad, de género y riesgo, y ha producido exitosas películas como Celda 211, El niño, Cien años de perdón y El desconocido, un intenso thriller con Luis Tosar rodado íntegramente en la ciudad.

Dygra. Relevante productora de animación, fundada por Manolo Gómez en 1987, quien dirigió junto a Ángel de la Cruz el primer largometraje animado por ordenador hecho en España, El bosque animado, ganador del Goya en 2000. De Dygra, que desaparición, salió también El sueño de una noche de San Juan.

IB Cinema. Productora del primer largo para TV en gallego, Sara, y de las obras animadas The Werepig y Minotauromaquia.

Rodajes. Escenas de Mar adentro y películas como Invasor, Una mujer invisible o Blanca Madison se rodaron en A Coruña.