El cruce de la ronda de Outeiro con la avenida de Finisterre es uno de los puntos de la ciudad con mayor intensidad de tráfico, debido a la importancia de ambas vías en el entramado de la ciudad. El complejo sistema de semáforos existente en el lugar obliga a efectuar esperas que en momentos de alta densidad circulatoria generan retenciones, por lo que ya a principios de los años noventa se pensó en la posibilidad de construir un túnel bajo el cruce.

La idea fue desechada por el impacto que tendría en la zona, ya que obligaría a excavar un largo paso subterráneo que los vecinos del barrio temían que se convirtiera en una barrera entre las dos márgenes de la ronda de Outeiro. Pero en febrero de 2007 el Gobierno local desempolvó el proyecto de la ronda de Outeiro y se lo envió a la Consellería de Política Territorial para que estudiase su viabilidad.

En esas mismas fechas el Concello había planteado la misma solución para la ronda de Nelle, también en su enlace con la avenida de Finisterre con el fin de eliminar el polémico viaducto que ahora evita que las dos calles se crucen al mismo nivel, y pretendía aplicarla en la otra ronda con una actuación que presupuestaba en 5 millones de euros y que pretendía que abonara la Xunta.

Cuando en los noventa se pensó por primera vez en la construcción del túnel, los vecinos de la zona mostraron su oposición al entender que la ronda de Outeiro se convertiría en una vía rápida, mientras que los comerciantes expresaron su temor a que los conductores pasaran de largo y nadie parase en el barrio.

Esta misma situación se repitió en 2007 al reactivarse el proyecto, puesto que de nuevo la asociación de vecinos del Agra do Orzán expresó su rechazo al túnel. Su entonces presidente, Francisco Graña, calificó de "faraónica" la actuación propuesta por el Ayuntamiento y añadió que sería una "locura" ponerla en marcha. De la misma opinión fue José Manuel Martínez, portavoz de los comerciantes de la calle Barcelona, para quien la iniciativa era "descabellada" y causaría un "caos circulatorio" en la zona.

Esas mismas opiniones se emitieron con respecto al paso inferior previsto para la ronda de Nelle, lo que llevó al Gobierno local a enviar de nuevo al cajón del olvido los dos proyectos, que desde entonces nadie se atrevió a rescatar por temor a un nuevo rechazo de los afectados.