Los padres de los tres menores que fueron grabados desnudos en los vestuarios del colegio Liceo La Paz en enero de 2015 accedieron a retirar la acusación contra el conserje del centro. El perdón de los afectados permitió que el imputado fuese absuelto de tres delitos contra la intimidad, ya que la Fiscalía en este caso no puede acusar. El bedel, que tiene alrededor de 35 años, fue apartado del trabajo en el colegio, que ocupaba desde hacía dos años, en cuanto la policía sospechó de que había colocado la videocámara en los vestuarios femeninos.

El imputado fue condenado a un año de cárcel -que no cumplirá al carecer de antecedentes penales- por cometer un delito de tenencia de pornografía infantil porque los agentes descubrieron que guardaba archivos pedófilos en su ordenador portátil. El juez le impuso cinco años de libertad vigilada, cinco años de alejamiento del colegio Liceo La Paz y la obligación de asistir durante tres años a cursos sobre educación sexual. El procesado consiguió grabar en enero de 2015 a dos chicos, de 17 y 18 años, desnudos, y a una alumna del centro de 14 años en ropa interior.

El conserje, que reconoció los hechos y se mostró conforme con la condena, lo que evitó la celebración del juicio, colocó la minicámara el 28 de enero de 2015 por la tarde debajo del lavabo del vestuario femenino, enfocando a la zona de las duchas. Ese mismo día, a las 19.50 horas, accedió a las instalaciones, retiró el dispositivo y lo conectó a un ordenador de Conserjería a las 20.10 horas. Tras descargar las imágenes de las tres víctimas, regresó al vestuario y volvió a instalar la minicámara a las 21.22 horas.

Al día siguiente a las 14.00 horas alumnas del centro la descubrieron y se la entregaron al director. El vestuario era utilizado por las estudiantes del Liceo y, fuera del horario escolar, por chicos que desarrollaban actividades deportivas en el pabellón del colegio. El dispositivo, que era pequeño y de alta definición, grababa por detección de movimiento, sonido y vibración. Su autonomía para captar imágenes continuadas era de diez horas y, en reposo, podía estar hasta cuatro meses.

Tras el arresto del sospechoso, a finales de marzo de 2015, los expertos de la Policía Nacional examinaron su ordenador, en el que se incautaron de pornografía infantil, en concreto, de tres vídeos. En uno de ellos, de 06.45 minutos, una niña se desnudaba y se vestía delante de una webcam; en otro, de 06.30 minutos, dos niñas se desnudaban y se vestían; y en el tercero, de 17.55 minutos, una menor realizaba comportamientos sexuales. La computadora tenía instalado un programa para administrar la minicámara espía instalada en el vestuario femenino del colegio.

El conserje solo fue condenado a un año de prisión por cometer un delito de tenencia de pornografía infantil porque los agentes no localizaron pruebas de que los vídeos hubiesen sido confeccionados por él o que los hubiera distribuido a terceras personas. El bedel estuvo privado de libertad dos días por esta causa y la juez que instruyó el caso le impuso como medida cautelar tras su detención la prohibición de aproximarse al colegio Liceo La Paz.

En 2015, cuando sucedieron los hechos, el acceso al centro era libre fuera de horario escolar para desarrollar actividades deportivas. Tras el suceso, aumentó el personal de seguridad y, en la actualidad, para controlar la entrada al colegio hay un control con huellas dactilares de las personas que tienen autorizado el paso.