Un hombre fue condenado a un año y medio de cárcel por cometer un delito de estafa al hacer el conocido como timo de los billetes tintados. El procesado, que es de Camerún, hizo creer a la víctima que tenía un maletín lleno de dinero, aunque en realidad eran cartulinas negras. El coruñés se creyó que el Banco de España enviaba los billetes tintados de esa forma a África para evitar que allí los robasen, así como que el procesado tenía un método para destintarlos. Para que no desconfiase, cogió dos supuestos billetes cubiertos de negro y puso en el medio uno original de 20 euros, les echó un líquido y los envolvió en papel de aluminio. Los pisó durante unos minutos para "que el color del billete original pasase a los tintados", y les echó otro líquido.

Tras la trampa, el afectado vio que aparecieron tres billetes de 20 euros. El imputado, durante la manipulación para supuestamente destintarlos, había sustituido, sin que la víctima se diese cuenta, las dos cartulinas negras por billetes reales de 20 euros. El procesado le aseguró que tenía 700.000 euros en papel tintado.

Después de la "demostración", el camerunés le entregó al denunciante uno de los supuestos billetes destintados y comprobó su autenticidad en una sucursal bancaria, por lo que se convenció "de la posibilidad de multiplicar billetes con el método que le había expuesto el acusado", según indica el juez de Penal 3 en la sentencia. El sospechoso, tras engañar al denunciante, le dijo que para poder triplicar los 700.000 euros que tenía en billetes tintados necesitaba que le entregase "una cantidad de dinero legítimo, lo más elevada posible", al tiempo que le ofreció recuperar el dinero que le entregase y unas ganancias del 40% de la cantidad que obtuviese de los billetes tintados. El perjudicado le dejó 15.000 euros en metálico y, posteriormente, le dio 3.200 euros para la compra de supuestos productos más efectivos para el lavado de los billetes.

El hombre se percató de que había sido víctima de un engaño en noviembre de 2011, pero no denunció los hechos hasta 2012, después de intentar que el sospechoso le devolviese el efectivo. Los agentes que investigaron los hechos intervinieron en poder del acusado efectos que había utilizado para cometer el timo, entre ellos una jeringuilla, dos botellines de cristal con líquidos, un sobre con papeles negros, papel de plata, cinta adhesiva y diez billetes de 50 euros. Además de a un año de cárcel, fue condenado a devolver el dinero al denunciante.