La Consellería de Sanidade clausuró una cafetería del Agra do Orzán tras realizar una inspección a petición de la Policía Local, que recibió numerosas quejas de los vecinos porque funcionaba como pub hasta altas horas de la madrugada. El establecimiento, situado en la calle Entrepeñas, solo tenía licencia de cafetería y carecía de "condiciones de seguridad e higiénico-sanitarias". En un sótano de su interior, los clientes fumaban y consumían drogas hasta altas horas de la madrugada, según informó la Policía Local. El negocio ya había sido cerrado el 21 de marzo de 2016 por la Xunta, también a requerimiento del 092, pero reabrió meses más tarde porque sus propietarios acreditaron "haber realizado obras de adecuación y de corrección de las deficiencias detectadas para poder continuar con la actividad".

Agentes de la Policía Local realizaron una inspección en la cafetería el pasado lunes, 20 de febrero, y comprobaron que presentaba "las mismas infracciones de seguridad e higiénico-sanitarias de carácter grave", por lo que solicitaron la "presencia inmediata" de personal de la Consellería de Sanidade, quienes ordenaron su clausura. El 092 realiza gestiones para comprobar si los dueños del local falsificaron el certificado de final de obra para dejar sin efecto la primera orden de cese de actividad, emitida en marzo de 2016. En caso afirmativo, podrían haber incurrido en un delito.

La Policía Local también informó ayer en un escrito enviado a los medios de comunicación de que el pasado día 14 de febrero en el interior del sótano había 68 personas, quienes pusieron en riesgo su seguridad en caso de que fuese necesario realizar una evacuación. El 15 de enero una patrulla del 092 que realizaba labores de inspección después de ser alertaba por los vecinos fue agredida por el hermano del titular del bajo, lo que provocó "una reacción violenta" de los clientes que estaban en ese momento en el establecimiento. Los funcionarios se vieron obligados a utilizar espray pimienta para neutralizar a los agresores y controlar la situación. Los agentes de la Policía Local detuvieron al hermano del dueño por cometer un delito de resistencia a la autoridad y denunciaron a algunos clientes como presuntos autores de un delito de desobediencia grave.

Los vecinos de la zona denunciaron en numerosas ocasiones los hechos, pues el local generaba "molestias graves como ruidos o peleas", lo que perturbaba "el descanso y la normal convivencia en el entorno", según indicó ayer el 092, que realizó labores de vigilancia y comprobó que incumplía el horario, que permitía el consumo de tabaco y drogas, y que carecía de condiciones de seguridad e higiénico-sanitarias.