La Concejalía de Medio Ambiente justifica el retraso en la licitación del próximo contrato de recogida de la basura por su deseo de que incluya la premisa de que los ciudadanos que separen de un modo más adecuado sean compensados con una rebaja en el recibo que se les cobra por la prestación de este servicio municipal. "Queremos implantar un sistema que prime la colaboración de la ciudadanía con incentivos, de forma que quien colabore pague menos", explica la edil responsable de esta área, María García, quien admite que la puesta en marcha de una iniciativa de este tipo "es difícil a nivel logístico".

La concejal destaca que hay ya localidades españolas que premian a los ciudadanos que colaboran de un modo más activo en la separación de los residuos y que para identificarlos se emplean métodos como la identificación de las bolsas de la basura con códigos de barras, el uso de contenedores que solo pueden abrirse mediante la utilización de una tarjeta, así como el de recogida puerta a puerta que se experimentó en el País Vasco.

"Estuvimos visitando ciudades y viendo modelos", detalla García, quien señala que el sistema que se aplique en A Coruña tendrá que tener en cuenta las diferencias que supone llevar a cabo la recogida en las diferentes zonas del municipio. "No es lo mismo implantar esto en la Ciudad Vieja que en Feáns o el Agra do Orzán", comenta la titular de Medio Ambiente, quien considera que es necesario "preparar a la ciudad para esos sistemas de pago por generación a los que hay que ir sí o sí".

García desmiente además que el Concello haya paralizado la licitación del nuevo contrato de la recogida de residuos, aunque se ha visto obligado en enero a prorrogar el que mantenía Cespa hasta ahora, y explica que el proceso para la apertura del concurso se está retrasando porque Medio Ambiente opta por la prudencia en el diseño del nuevo modelo de recogida.

"Preferimos hacer las cosas bien y no tirarnos a la piscina con un sistema que igual no funcionaría aquí", declara María García. Según la edil, el Gobierno local del Partido Popular pretendía implantar un sistema de recogida de los residuos urbanos que no era compartido por los nuevos responsables municipales, que se muestran partidarios de fomentar la separación en origen y la recogida selectiva.

Medio Ambiente trabaja también en la preparación del pliego de condiciones del nuevo contrato del servicio de limpieza viaria, ya que el actual, también prestado por Cespa, termina en 2018. García destaca la necesidad de que el servicio se adapte a las necesidades actuales de la ciudad, ya que el anterior contrato fue firmado en 2008 y desde esa fecha se han producido cambios en el municipio a los que hay que hacer frente.

Durante esta última década, cuando se urbanizaba una nueva zona de la ciudad, Cespa se veía en la obligación de prestar el servicio de limpieza viaria con el mismo personal y medios que figuran en su contrato, por lo que la concejal advierte que es necesario "normalizar esa situación".

El nuevo contrato incluirá además la obligación de la concesionaria del servicio de efectuar una limpieza periódica con agua en todos los barrios de la ciudad -actualmente solo se efectúa en la zona centro- ante el descenso de las precipitaciones y las quejas ciudadanas por las molestias causadas por los malos olores. Otra de las novedades que Medio Ambiente pretende introducir en el contrato es la aplicación de un control de calidad de los trabajos diarios que estará directamente relacionado con la facturación.

Parques y jardines

Otro de los servicios dependientes de este departamento es el del mantenimiento de parques y jardines, que se vio obligado a adjudicar a las empresas que habían ganado el concurso convocado en el anterior mandato, después de que este Gobierno local hubiera decidido anularlo. El Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales, ante el que recurrieron las compañías afectadas, obligó al Concello a mantener esa adjudicación al no aceptar los argumentos aportados para anularla.

"Creímos que el pliego de condiciones del concurso no permitía identificar a la oferta más ventajosa porque no ponía límite al riesgo que corrían las empresas", asegura García, quien añade que el tribunal "no tiene ese enfoque preventivo de evitar los problemas" y que no rebatió las razones esgrimidas por el Gobierno local sino que vigilara por el cumplimiento adecuado del contrato, lo que ahora tratará de hacer Medio Ambiente.

"Queremos garantizar que el servicio se presta en buenas condiciones, ya hay unos criterios de control de calidad previstos y una serie de penalizaciones que se relacionan con la factura final", aclara García, que transmitió a las empresas su interés en que A Coruña destaque por el cuidado de sus zonas verdes. La concejalía admite que con este contrato no podrá introducir iniciativas que pensaba incorporar en un nuevo contrato, pero tratará de fomentar el manejo ecológico y la naturalización de los parques y jardines, así como estas zonas tengan todo tipo de usos.