La construcción de la residencia Calvo Sotelo y la ampliación de Estrella Galicia volverán a pleno el lunes. Ambas obras obligan a un cambio del plan general que tiene que ser aprobado por la Corporación. Para que la cervecera pueda extender su producción, ocupará un área de mantenimiento de vehículos y el campo de A Grela 2, cuya actividad se trasladará a Eirís. Esta expansión hace que las instalaciones industriales se acerquen a un bloque de pisos próximo, construido en una de las esquinas del parque de Vioño. Cuatro de sus vecinos han alegado al plan por temor al impacto que pueda tener sobre sus propiedades. El Concello de A Coruña responde que la afección no será mayor que la que tienen actualmente en el entorno en que están construidas sus casas pero, ante sus inquietudes, se incluirán mecanismos para que la incidencia sea la menor posible, como pantallas arbóreas rodeando la parcela recalificada. Esta y otras cuestiones para minimizar el impacto ambiental, también a petición de la Xunta, se incorporan como novedad

En agosto se consumó la aprobación inicial de ambos cambios del plan general y el lunes se somete a votación la aprobación provisional. Es el paso previo para la aprobación definitiva que permita, a continuación, sacar a subasta la parcela municipal del campo de fútbol, puja a la que Estrella Galicia se ha comprometido a concurrir. Paralelamente a la ampliación, los metros cuadrados de equipamientos deportivos se trasladarán a Eirís, donde se convertirá el pedregal actual en un campo reglamentario, y a la zona de ocio de la fábrica de armas, donde el Concello se hace titular de una parcela para uso vecinal.

Esta modificación ha recibido cinco alegaciones, una de Emalcsa y cuatro procedentes de vecinos del mismo edificio, el número cuatro de la calle Napoleón Bonaparte. Todas ellas son contestadas en un informe de Rexeneración Urbana del pasado enero. Sobre el proyecto, Emalcsa advierte que por la parcela discurre una tubería soterrada de 700 metros que forma parte del abastecimiento de la ciudad y, por tanto, cualquier actuación que se haga en la zona obliga a adoptar medidas de protección. La concejalía, "vista la importancia que puede tener la cuestión para el desarrollo de los futuros proyectos" del ámbito, incorpora una referencia a la instalación para que se incluya en el estudio de detalle.

El otro grupo de alegaciones son las de los vecinos de la calle Napoleón Bonaparte, entre el campo Arsenio Iglesias, el parque de Vioño y la avenida de Arteixo. En general, razonan que la ampliación del área industrial producirá impacto visual, olores, ruido y más tráfico, por lo que su vivienda se devaluará. Un vecino pide que, si no se retira la modificación del plan general, tal y como desean, se articulen al menos "medidas correctoras" para que, cuando el adjudicatario de la nueva parcela industrial redacte el estudio de detalle, se concreten normas "garantizando de esta manera la salvaguarda al máximo de los derechos e intereses de los vecinos afectados", recoge el informe.

La concejalía responde que queda demostrado el interés público de los cambios y que los vecinos no tienen en cuenta en sus quejas la actividad industrial y comercial que ya existe en el polígono. Recuerda que en una de las parcelas que se recalifica hay ahora un parking de transporte colectivo con emisiones que cesarán, que la finca son 11.398 metros cuadrados de las 140 hectáreas que tiene A Grela. El plan general permite levantar cuatro plantas. En todo caso, y dada la "inquietud", el Concello incluirá medidas que "amortigüen" los "eventuales efectos negativos", como la formación de "un colchón verde" en la parcela recalificada. Es una de las novedades respecto al plan inicial, así como la introducción de led, controles acústicos periódicos, además de plazas para aparcar y zona de bicis.