El Gobierno municipal diseña una campaña pública de sensibilización para concienciar a los vecinos de la necesidad de recoger los excrementos que dejen sus perros en la vía pública. La iniciativa, que según el Concello se hará visible "en las próximas semanas", surge tras las continuas críticas que los vecinos de todos los barrios han traslado al Ejecutivo municipal por la proliferación de deposiciones de canes en calles y parques públicos.

Los reproches han sido recurrentes en los encuentros vecinales que mensualmente realizan los concejales en los barrios, los conocidos como Dillo ti. En el último, organizado en O Castrillón hace dos semanas, la concejal de Medio Ambiente, María García, apuntó como origen de este fenómeno al incremento del número de perros que habita la ciudad.

De acuerdo con los datos de la Consellería de Medio Ambiente, en A Coruña hay registrados un total de 20.744 perros, la segunda cifra más alta de Galicia por detrás que Vigo, que cuenta con 31.980. Este dato no debe extrañar ya que, como es lógico, a más población humana, mayor número de perros. Sin embargo, A Coruña es la ciudad gallega que menos canes por habitante tiene, al no pasar de 85 por cada 1.000 vecinos censados. Otras como Pontevedra y Lugo, superan ampliamente esta marca al contar con 146 y 145 animales de esta especie por cada 1.000 habitantes.

"En A Coruña hay menos perros por habitante, pero también es cierto que el municipio es mucho más pequeño que el resto y, los que hay, están más concentrados", aseguran desde Medio Ambiente. Las estadísticas de la Xunta prueban que la densidad de población perruna es en A Coruña muy superior a la del resto de grandes urbes gallegas. El escaso tamaño de la ciudad hace que por cada kilómetro cuadrado del municipio haya 548 canes, casi el doble que en Vigo, donde esta tasa cae a 293 perros por kilómetro cuadrado. En este ranking de densidad le siguen Ourense, con 138; Ferrol, con 107; Pontevedra, con 101; Santiago, con 53; y Lugo, con 43 animales de esta especie por kilómetro cuadrado.

La realización de campañas de concienciación para poner fin al problema de los excrementos es una de las peticiones realizadas por el portavoz de la asociación animalista Libera, Rubén Pérez, que propone extenderla a otro tipo de residuos, como las colillas de los cigarrillos o los envoltorios de los aperitivos. "Hay gente muy concienciada, que es responsable, y otra que lo es menos y que a veces solo responde si recibe una sanción", afirma el activista, que llama a poner el foco no tanto en los animales como en el "civismo" de sus dueños.