Hay algo de rutina y también de incertidumbre en el ejercicio de una acción preventiva de la Policía Local cuando se celebran actividades y espectáculos que reúnen a mucho público. El control del tráfico en ubicaciones estratégicas es fundamentalmente la parcela de seguridad ciudadana en la que se concentran los agentes del 092 movilizados en los operativos. Gran experiencia en ellos tiene Ángel Merelas Sánchez, con 32 años de servicio en el cuerpo local de seguridad.

"Cada año que pasa se mejoran los dispositivos y al mismo tiempo los ciudadanos se han acostumbrado y conviven mejor con ellos. Sobre todo porque se planifican rigurosamente y los fallos que, a pesar de todo, se producen causan preocupaciones. De los errores se aprende para nuevas planificaciones", explica Merelas.

Admite este policía que los partidos del Deportivo en Riazor activan dispositivos "repetitivos" para el 092 alrededor del estadio que, generalmente, no causan "peligros de convivencia entre peatones y vehículos". Más complejas son las operaciones en concentraciones como la fiesta de San Juan o desfiles y cabalgatas de Carnaval y Reyes Magos o maratones y carreras ciclistas en las que en los momentos más inesperados, por ejemplo, "un perro cruza el circuito". "En competiciones largas todo tiene que estar milimétricamente controlado", indica.

"Pese a la buena organización que haya, siempre se producen situaciones en las que hay que improvisar porque la gente es como es y muchas veces no sigue las instrucciones. Eso provoca momentos de cabreo, pero son más bien anecdóticos", admite Ángel Merelas.

A él y a sus compañeros lo que más les satisface es algo tan aparentemente sencillo y a la vez exigente como la falta de incidencias achacables a su servicio. Si surgen complicaciones, "mejor que no tengan trascendencia".