El radar situado en la AC-12, la antigua Nacional VI, a la altura de las curvas de Biona y en sentido hacia A Coruña, es el que impuso más multas por exceso de velocidad durante el año pasado en la comarca coruñesa, según los datos recogidos por Automovilistas Europeos Asociados, que cifra en 4.389 las sanciones aplicadas. El aparato está colocado en un punto con una elevada densidad de tráfico. Este radar registra un número de sanciones mucho menor que el de la A-55 en Mos, en las proximidades de Vigo, que con 21.570 multas ocupa la primera posición en Galicia.

A pesar de la ampliación que se realizó en esta carretera en los últimos años, la Dirección General de Tráfico redujo la velocidad en este tramo para evitar los numerosos accidentes que se producían en el mismo, ya que existen varias curvas pronunciadas y un trazado descendiente. Las numerosas multas impuestas por el radar de este punto reflejan una media diaria de 12 infracciones al límite de velocidad, lo que supone que ni siquiera este sistema consigue disuadir a los conductores más amantes del acelerador.

El siguiente radar de la comarca con más sanciones es el de la AC-11, la avenida de Alfonso Molina, a la altura de Palavea, que registró 3.723 superaciones de la velocidad máxima, fijada en 80 kilómetros por hora en ambos sentidos. En este caso no es posible saber si las sanciones corresponden a los dos sentidos o tan solo a uno de ellos, puesto que la información proporcionada por Automovilistas Europeos Asociados no lo detalla, aunque los mayores problemas de exceso de velocidad suelen producirse en la salida de la ciudad, una vez superado el complejo punto en el que se hallan el acceso a la autopista y el desvío hacia A Zapateira.

La autovía A-6, en el punto donde se encuentra el acceso a Coirós y Betanzos, es el siguiente radar en cuanto a multas impuestas, con 2.267 durante el año pasado. Se trata también de un tramo con una circulación intensa y en el que ha habido frecuentes siniestros pese a que no tiene una especial dificultad, por lo que la velocidad máxima está establecida en 120 kilómetros por hora, pese a lo cual es superada por un buen número de conductores.

El último radar de la comarca que figura entre los que más infracciones detecta está situado en el kilómetro 680 de la N-634, que discurre por el municipio de Mesía. Se trata de una larga recta con la velocidad fijada en 80 kilómetros por hora que en principio podría circularse más rápido, aunque la existencia de viviendas a ambos lados de la carretera lleva a la Dirección General de Tráfico a no permitirlo.