El frenazo que ha sufrido la construcción desde finales de la década pasada, derivado de la crisis económica general, no impide que el sector experimente ciertos repuntes parciales o manifieste positivas tendencias comparativas con el paso de los años. Como que A Coruña sea la ciudad de Galicia que más viviendas ha ganado en los últimos diez años. Su parque de inmuebles de uso residencial al término de 2016 era de 124.701 unidades, 13.181 más que las que tenía en 2007, 111.520, según datos de la Dirección General del Catastro. Vigo, a continuación en este ranking estadístico, ganó en el mismo periodo 11.474 viviendas.

Las demás ciudades gallegas experimentaron un aumento que oscila entre las 6.700 viviendas en Lugo y las 1.700 de Ferrol, pasando por las más de 4.500 de Ourense y Pontevedra y las casi 4.000 de Santiago, de acuerdo con los mismos datos recogidos por el Instituto Galego de Estatística (IGE).

El incremento de inmuebles en estos diez años, tanto residenciales (del 11,8%) como de uso comercial o industrial (del 19,9%, al pasar de 36.352 a 43.603) ha conllevado un crecimiento del valor de todo el patrimonio inmobiliario de la ciudad de más de 1.665 millones de euros: en 2007 era de 8.086 millones y al término del año pasado, de 9.752 millones.

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Cada ciudad experimenta su propia dinámica inmobiliaria, a su vez dependiente de diversos factores que dibujan una evolución concreta de la construcción y de la inversión de los ciudadanos en vivienda. En el caso de A Coruña, los datos del Catastro Inmobiliario recogidos por el IGE reflejan un aumento de casi 4.000 viviendas nuevas entre 2007 y 2008. En los años siguientes no se produjo una subida tan significativa y en los últimos tres ejercicios de estabilidad, con pequeños repuntes, no consiguió alcanzar la marca de 125.000 viviendas.

El mapa de la ciudad está dividido en 18.489 parcelas urbanas, mil menos que las que tenía hace una década, de las que hay 3.810 sin edificar y 14.679 edificadas. El contraste es grande con Vigo, que aunque en estos diez años ha llegado hasta las 40.000 parcelas edificadas ha crecido menos en número de inmuebles residenciales, casi 2.000 menos que A Coruña.

El crecimiento inmobiliario, impulsado principalmente por la construcción residencial, no viene acompañado en cambio de una ocupación plena de las viviendas. Las últimas estadísticas oficiales del INE sobre viviendas vacías que hay en la ciudad datan de 2011 y señalaban casi 20.000 pisos sin ocupar, una cifra a la que aluden el Gobierno local y los grupos de la oposición al presentar planes relacionados con la vivienda o al rebatir iniciativas municipales. La cantidad quizá sea ahora más alta.

Ante esta situación, propiciada por las dificultades para adquirir una vivienda o seguir pagando una hipoteca, los profesionales del sector inmobiliario han defendido medidas como el fomento del alquiler o la reforma de inmuebles destinados a la ocupación temporal, soluciones que no difieren de las expuestas por los grupos políticos. El Gobierno de Marea apuesta por comprar solares vacíos o en ruinas para viviendas de alquiler social.