Una joven fue condenada por vender las joyas que una amiga, contra la que se sigue otro procedimiento porque es menor de edad, le robaba a su abuela. Ambas se pusieron de acuerdo para conseguir dinero en efectivo y decidieron que la menor se apoderase, al descuido, de las joyas de su familiar, a las que tenía acceso. Los hechos sucedieron "en fechas indeterminadas", entre los meses de enero y mayo de 2015, que fue cuando la víctima se percató de que le faltaban algunas de sus pertenencias. Los objetos sustraídos por su nieta fueron tasados pericialmente en 660 euros, según consta en el fallo emitido por el magistrado del Juzgado de lo Penal número 5 de A Coruña.

La procesada, que tenía 20 años, admitió ante el juez que recogió las joyas que le entregó su amiga "a pesar de conocer su ilícita procedencia". Después, las vendió en establecimientos de compraventa de oro de la ciudad. El dinero que obtenía, se lo repartían entre ambas.

La imputada, que carece de antecedentes, se conformó con ser sentenciada a seis meses de prisión por cometer un delito de receptación. El juez aceptó concederle la suspensión de la condena durante dos años, por lo que no ingresará en la cárcel a condición de que durante ese periodo no vuelva a delinquir y de que abone a la perjudicada una indemnización de 660 euros, que es la cantidad en la que fueron tasadas las joyas, que no pudieron ser recuperadas porque habían sido fundidas.

El representante del Ministerio público exigía que fuese sentenciada a más pena en su escrito de calificación, pero finalmente llegó a un acuerdo con la defensa de la sospechosa. La joven, por tanto, se declaró culpable y el juicio no se celebró. El titular de Penal 5 dictó sentencia oral en la sala. Contra el fallo no cabe recurso porque fue dictado bajo la conformidad de todas las partes.