Beatriz Mato da el salto a la política local. Tras casi ocho años centrada en el barrizal autonómico como conselleira intocable del presidente Alberto Núñez Feijóo, la coruñesa hizo oficial ayer por la tarde su candidatura a la presidencia del PP local, que deberá ser respaldada por los afiliados coruñeses en el Congreso del próximo 21 de abril.

Arropada por la portavoz del grupo municipal de los populares, Rosa Gallego, y por su marido, Fernando Expósito, Mato eligió el Campo da Leña, el barrio de su juventud, como escenario para su presentación ante los medios. Armada únicamente con un par de folios, la conselleira de Medio Ambiente leyó un discurso que bien podría ser el de su candidatura a las elecciones municipales de 2019. De hecho, lo dejó entrever por momentos. "Me presento con muchísima humildad porque este es un partido ganador y, aunque la candidatura pueda llevar en un futuro mi nombre, siempre será un equipo el que esté detrás", aseguró.

Mato fijó como objetivo claro de su salto a la arena local ganar las próximas elecciones municipales y arrebatar el Gobierno a la Marea Atlántica, a quien acusó de convertir A Coruña en una ciudad "calamitosa" y en un "tubo de ensayo del laboratorio mareante-podemita". "A Coruña necesita un PP capaz de volver a ilusionar. La Marea, sustentada por el PSOE, solo ha generado frustración y parálisis", arremetió la conselleira, que aseguró que continuará al frente del departamento de Medio Ambiente haciendo un "esfuerzo adicional".

Aunque durante su discurso de ayer Beatriz Mato se deshizo en halagos a la labor de oposición del actual grupo municipal popular en el Concello, la aspirante a presidenta del PP también reclamó "crear nuevos equipos, nuevas dinámicas y nuevas actitudes". Como fórmula para ganar apoyo social hasta 2019, urgió a reforzar el trabajo "a pie de barrio" y el diálogo de "tú a tú" con los vecinos, prestando especial atención a la gente joven. "Solo si saben quienes somos y cómo pensamos podrán confiar en nosotros", arguyó.

Aunque el anuncio de su candidatura es visto por muchos militantes conservadores como la apuesta de Núñez Feijóo por colocar a alguien de su más estrecha confianza al frente de una plaza de la importancia de A Coruña, Mato aseguró ayer que su decisión es "absolutamente personal" y que no ha habido "ni patrocinios ni paternidades", en alusión al presidente.

Nacida en Barakaldo, Beatriz Mato se estrenó en política de la mano del PP en 2005, cuando entró como diputada en el Parlamento autonómico. Tras cuatro años en la oposición, la victoria de Feijóo la convirtió en una imprescindible del presidente, primero como conselleira de Traballo y ahora como responsable de Medio Ambiente.

De momento es la única que ha formalizado su candidatura a la presidencia local del partido, si bien el exdiputado autonómico Javier Escribano reconoció estar barajando la posibilidad de competir en estas primarias, tras el apoyo recibido por "numerosos militantes y compañeros". Escribano ya había presentado su candidatura contra Diego Calvo por la presidencia provincial del partido, aunque a última hora la retiró. Por su parte, Rosa Gallego descartó ayer postularse a la presidencia y todo hace indicar que respaldará la candidatura de Mato, tras acompañarla ayer en la presentación en el Campo da Leña.

Los afiliados interesados en presentar sus candidaturas podrán hacerlo hasta el 23 de marzo. En caso de que haya más de una, se realizará un proceso de primarias regido por el sistema de un militante, un voto. La dirección del PP gallego había dado la directriz de alcanzar una lista única en la localidad que integrase a las distintas sensibilidades para evitar un congreso local tan conflictivo como el que se vivió a finales de 2016 en Vigo, que enfrentó a los exconselleiros Javier Guerra y Elena Muñoz.

La anécdota de la jornada la protagonizó un grupo de alumnos del colegio Grande Obra de Atocha que, a la salida de clase y ante el despliegue mediático en torno a Beatriz Mato, comenzó a rodear a la conselleira, saludando algunos a las cámaras durante la comparecencia. Al final de la intervención, la popular lidió como pudo con los chavales, a quienes explicó lo que acababa de hacer y su intención de convertir A Coruña "en un sitio mucho mejor".