La gestión de los pagos a sus proveedores que efectúa el Concello se agilizó el pasado mes de febrero hasta el punto de conseguir que el periodo medio en el que se abonan las facturas fuese de tan solo 12,08 días, cuando la legislación estatal fija un máximo de 30 para estos trámites. La cifra alcanzada supone una notable rebaja con relación a las registradas a finales del año pasado, ya que en noviembre se situó en 38,5 días, mientras que al mes siguiente disminuyó a 33.

Esas cifras supusieron un considerable aumento sobre las logradas el pasado verano, ya que en agosto el periodo medio de pago fue de 23,5 días y en septiembre de 28,2. Esos registros habían permitido al Gobierno local cumplir con la normativa después de un periodo de cuatro meses seguidos en los que superó el límite de los treinta días, ya que entre abril y julio sobrepasó ese número y llegó a un máximo de 35 en dos ocasiones.

Esa racha negativa se había producido además después de otros tres meses con buenos resultados, puesto que en enero fueron 24 días, 15 en febrero y 27 en marzo. El peor registro del Gobierno local durante este mandato se alcanzó en septiembre y noviembre de 2015, cuando el periodo llegó hasta los 48 días.