El Cuarteto Art-Déco se ha presentado ante la sociedad musical coruñesa con un espléndido concierto. Aunque todos sus integrantes forman parte de la Sinfónica de Galicia, es la primera vez que tocan ante el público actuando como agrupación de cámara. Y no han podido estrenarse con mejor fortuna. Plantearon un programa tan bello como difícil y triunfaron plenamente. En la primera parte interpretaron dos de los tres primerizos divertimentos, de Mozart; tres obras maestras que, en su versión para orquesta de arcos, recibieron, por su altísima calidad, la denominación de Sinfonías de Salzburgo. Fraseo impecable, belleza del sonido y, acaso sobre todo, una exquisita elegancia en la utilización de la dinámica que alcanzó no solo a las repeticiones de frases (efectos-eco), sino también al sutil moldeado dentro de cada una de ellas. Dos extraordinarias versiones que el público premió con grandes aplausos. El entusiasmo se desató tras la ejecución de esa otra maravilla que es el cuarteto número catorce, de Schubert; recibe el nombre de La muerte y la doncella, debido a la paráfrasis, con cinco variaciones, que realiza el compositor en el segundo movimiento, de su lied homónimo, que lleva el número 531 en el catálogo Deutsch. Versión cálida, emotiva, llena de contrastes, cual corresponde a otra obra maestra de un genial compositor romántico cuyo trasfondo argumental no puede ser más impresionante.