La violencia de género interpretada desde distintos ámbitos y ángulos es estos días el objeto de debate y estudio de las jornadas Municipios cara a igualdade: políticas transformativas para a igualdade de xénero, un encuentro entre responsables políticos de nueve ayuntamientos en el que ayer, en la primera sesión, se expusieron las conclusiones de una investigación realizada por la Universidade da Coruña (UDC) sobre la incidencia de la violencia machista en la ciudad. Una de sus conclusiones, extraída a partir de una diagnosis de necesidades y de una propuesta diversa de mejoras, es que los casos deben tratarse a través de seguimientos personalizados, un requisito que no facilitan del mejor modo las condiciones en que se aborda la violencia de género.

El informe, desarrollado por el Centro de Estudos de Xénero e Feministas (Cexef) de la UDC dentro del convenio de colaboración renovado este año con el Concello, recoge mediante numerosas entrevistas necesidades generales y específicas detectadas en el tratamiento y la evolución de los casos de violencia machista, para las que propone una serie de actuaciones dirigidas a una mejor gestión de cada caso. "Que hayamos enfocado el informe en la detección de necesidades puede transmitir una imagen negativa de la atención que se da a las víctimas. Sin embargo, el trabajo de campo realizado también mostró fortalezas recogidas como buenas prácticas", señala el estudio, dirigido por la socióloga experta en género de la UDC Iria Vázquez.

Junto a esa necesidad de manejar las situaciones concretas sufridas por las víctimas con seguimientos personalizados, tarea en la que el informe resalta que debe existir una eficaz coordinación entre entidades públicas y sociales y un esfuerzo común de asociaciones, fundaciones, servicios sociales municipales, fuerzas de seguridad y órganos judiciales, afloran otras debilidades. Se advierten en la urgencia por reforzar los recursos de atención psicológica y económica de las mujeres víctimas y sus hijos; en la inexistencia de un programa específico de vivienda para las afectadas; en la falta de información en atención; o en la situación de desamparo y soledad de las mujeres cuando denuncian la violencia machista sufrida y tienen que pasar por toda la maquinaria judicial o de servicios sociales.

Entonces surgen las soluciones, expuestas ayer por Iria Vázquez en su intervención en las jornadas, basadas en la recopilación de necesidades con entrevistas y repartidas en distintos ámbitos de actuación. A la coordinación aludió para abogar por la creación de una mesa de evaluación anual para evitar situaciones de doble victimización, aquel efecto que sufren mujeres por la intervención del sistema social, judicial o policial en la investigación de un delito en el trato hacia la víctima. La coordinación de servicios debe trasladarse también a los protocolos específicos para colectivos (familias sin hogar, inmigrantes, personas con diversidad funcional) y a la atención telefónica para el seguimiento de los casos.

En el ámbito judicial, los expertos de la Universidade da Coruña proponen el refuerzo de personal del juzgado de violencia de género y del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) y campañas de asesoramiento legal en la interposición de denuncias.

La formación en igualdad y violencia de género es otro campo que precisa de intervención, no basta con que los conocimientos se limiten a unos pocos trabajadores o entidades. El informe la propone para educadores sociales, fuerzas de seguridad, abogados del turno de oficio y personal de los juzgados, profesionales del Imelga, sanitarios y operadores de los teléfonos de asistencia a las víctimas.

La investigación propone que los cuerpos de seguridad elaboren protocolos en la recogida de denuncias y en la coordinación de fuerzas y la activación de una unidad especializada en violencia machista de la Policía Local. La atención precisa avances en la red de acompañamiento de las víctimas, la disposición de psicólogos y la inserción laboral mediante bolsas de empleo u orientadores laborales. Y el campo educativo atrae mejoras a través de programas de sensibilización específicos, de prevención de violencia de género, divulgación en igualdad por medio de las ANPA y difusiones vía internet, charlas en centros cívicos u oficinas virtuales de seguimiento del tratamiento de los casos que hacen los medios.

"Seguramente cualquier actuación en materia de género, por profunda que sea, siempre es insuficiente debido a la magnitud del problema, pero eso no puede impedirnos que trabajamos duro. Hoy es día de poner en común tanto las políticas que hacemos desde el Concello como el intercambio de experiencias con otros municipios", comentó ayer la concejal de Igualdade e Diversidade, Rocío Fraga, que instó a poner en marcha "pactos por las políticas feministas".

Las jornadas concluyen hoy en la Domus, desde las 10.00 horas, con debates y ponencias sobre diversidad sexual, urbanismo feminista y un roteiro feminista con Adriana Ciocoletto.